Al informar sobre la condena que el Vaticano impuso al sacerdote irlandés John O’Reilly, integrante de los Legionarios de Cristo, por abusar sexualmente de un menor cuando era el director de un colegio católico en Chile, la orden religiosa pidió nuevamente perdón por estos hechos y el sufrimiento causado.

Convocó a que quienes hayan sido víctimas de abuso por parte de un integrante de esta comunidad o de alguna persona relacionada, denuncien ante las autoridades competentes y también ante la congregación. Cualquier acción de este tipo causa un dolor profundo y daña a quien lo ha sufrido, a su familia, a la Iglesia y a la sociedad: queremos conocer los hechos, escuchar su historia y recorrer juntos un camino de sanación y reconciliación.

Como condena por abuso sexual a un menor, el Supremo Tribunal Apostólico del Vaticano impuso a John O’Reilly la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal por 10 años, la obligación perpetua de fijar residencia fuera de América Latina y le impide para siempre el contacto voluntario con menores de edad.

En la sentencia, también se sugiere que reciba acompañamiento sicológico y espiritual, y puntualiza que el condenado tiene derecho a apelar.

La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, por medio de la dirección general de los Legionarios de Cristo, notificó al presbítero de la sentencia que emitió en su contra.

En 2014, un tribunal penal de Santiago de Chile sentenció a O’Reilly a cuatro años de libertad vigilada, que concluyó formalmente el 10 de diciembre 2018. Una vez cumplida la pena civil, se trasladó a Roma donde reside. El irlandés fue ordenado sacerdote en 1975 y trabajó en Chile a partir de 1984.

Legionarios de Cristo expuso que conscientes del compromiso que tenemos como Iglesia, y por su historia institucional, están firmemente comprometidos con el cuidado y la protección de cada uno de los niños y jóvenes que participan en las actividades de la congregación.

Por un ambiente seguro

En un comunicado, señaló que desde 2015 ha implementado una exigente política de ambientes seguros que consta de medidas integradas de prevención, formación continua, códigos de conducta y protocolos de actuación inmediata en el caso de denuncias.

La congregación fue fundada por Marcial Maciel, quien fue acusado de abuso sexual por integrantes de la orden y sus hijos.