Estados
Ver día anteriorLunes 8 de abril de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Ha atendido a más de 3 mil

China Yodo, refugio único para mujeres violentadas en Oaxaca

Piden apoyo al gobierno federal // El estado ocupa el tercer lugar nacional en asesinadas, con 207 en 2018

Foto
▲ Antonia (al centro), indígena zapoteca de Oaxaca, recibe ayuda del refugio China Yodo, el cual brinda apoyo a víctimas de violencia. El albergue fue fundado por el grupo de mujeres 8 de Marzo y el Centro de Atención para la Mujer Istmeña. A su izquierda está la sicóloga Cristian Orozco y a su derecha la coordinadora del centro, Claudia Valeria.Foto Diana Manzo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 8 de abril de 2019, p. 27

Juchitán, Oax., Me sentí como en el paraíso, expresa Antonia junto a sus dos hijos menores de edad, quienes recibieron ayuda en el refugio China Yodo, el único de su tipo en Oaxaca, después de huir de su esposo, quien amenazó con matarla a balazos.

Durante seis meses, Antonia, indígena zapoteca de 40 años de edad que no habla español, recibió terapias de sicólogos, sicopedadogos, abogados y trabajadores sociales para que su vida floreciera de nuevo.

China Yodo es un refugio para mujeres que padecen violencia familiar. Abrió formalmente en 2003, pero otorgan atención desde hace más de 30 años, cuando lo fundaron el grupo Mujeres 8 de Marzo y el Centro de Atención para la Mujer Istmeña (Cami), encabezada por la activista juchiteca Rogelia González Luis.

Hemos atendido a más de 3 mil mujeres con sus hijos. Muchas son indígenas que no hablan español, y les ayudamos con traductores certificados en cinco lenguas (zapoteco, mixe, chontal, zoque e ikoots). Por eso le pedimos al presidente Andrés Manuel López Obrador que no cerrara los refugios y ayudara a las mujeres vulnerables, explica Claudia Valeria Hernández Esteva, trabajadora social. La también coordinadora del Centro de Apoyo y Atención a la Mujer Istmeña Rosario Ibarra de Piedra, refiere que el refugio China Yodo ha ayudado a muchas mujeres a rehacer su vida y su familia.

Antonia, originaria de la comunidad de Álvaro Obregón, es una de las pocas que han pedido ayuda para alejarse de la violencia machista que, asegura, se vive en esa zona.

Tomé la mejor decisión de mi vida. Después de seis meses de estar en el refugio regresé a mi hogar. Ya no lloro, ya no tengo ese vacío que sentía en el estómago. Ahora me quiero y me amo, amo a mis hijos, puse una tienda, También elaboro totopos. ¿Qué más puedo pedirle a la vida? Todo renació gracias al refugio, responde Antonia.

Al refugio llegó con sus hijos, gemelos varones de 11 años de edad. “Aquí me dieron ropa nueva, comida y colación. Yo no sabía qué era eso de la colación, y nos daban dos veces al día. Aprendí a bordar y a cocinar panecillos. Todo eso lo hago ahora en casa.

El apoyo a mis hijos fue muy grato. Ellos eran violentos como su padre y ahora me respetan, hasta en la escuela cambiaron su modo de ser y ahora traen buenas calificaciones, cuenta Antonia.

Recalca que los refugios salvan vidas y no sólo porque dan ayuda legal o sicológica, sino porque se vive un ambiente diferente, en el cual le enseñaron a amar, a respetarse, a valorarse como mujer, y sobre todo a dejar el temor.

Ahora ya no hay miedo, ya ni sé qué es eso. Antes no podía contar mi vida o lo que me había pasado porque de inmediato lloraba. Mis vecinas me preguntan cómo es el refugio donde viví y sólo les puedo describir que es un paraíso.

Datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública ubican a Oaxaca en tercer lugar en muertes de mujeres, con 207 feminicidios durante 2018; mientras, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública la ubicó en octavo lugar en ese año con 30 asesinatos por motivos de género. En 40 municipios de la entidad hay alerta por violencia misógina.