París. Los chalecos amarillos volvieron a las calles de Francia en su vigésimo sábado de protestas pese a las prohibiciones del gobierno del presidente Emmanuel Macron ante el temor de nuevos enfrentamientos. Hasta el momento hay 37 arrestados.

La movilización reunió unos 33 mil 700 manifestantes en Francia, de los cuales 4 mil marcharon en la capital, de acuerdo al Ministerio del Interior, una cifra menor a la del sábado anterior de 40 mil 500.

Los chalecos amarillos, que cuestionan desde el comienzo del movimiento las cifras entregadas por las autoridades, indicaron que unas 102 mil personas se manifestaron en todo el país.

Por el temor a saqueos y vandalismos, las autoridades de varias ciudades emitieron prohibiciones para manifestarse en algunos sectores, la prefectura de París prohibió nuevamente las movilizaciones en la emblemática avenida de los Campos Elíseos, que fue saqueada y sufrió graves daños en las marchas del 16 de marzo.

Asimismo, la policía extendió la prohibición a un perímetro que incluye el palacio presidencial del Elíseo y la Asamblea Nacional. En París la columna de manifestantes llegó a media tarde a la plaza del Trocadero, frente a la torre Eiffel.

Ahí, la policía indicó que detuvo a 25 personas y multó a 20 por manifestarse en lugares prohibidos y procedió a 8 mil 53 controles preventivos. En Aviñón se registraron algunos choques entre manifestantes y policías, que utilizaron gases lacrimógenos para dispersarlos.

Eric Drouet, uno de los líderes más mediáticos de los chalecos amarillos, fue condenado a pagar una multa de 2 mil euros por convocar dos protestas no autorizadas por las autoridades, de la multa, 500 euros son condicionales, confirmó a la prensa su abogado Khéophs Lara, quien cuestionó el fallo de los jueces y lo calificó de una mala señal. Esta decisión complica la imagen de Francia y de la justicia local, remarcó, agregando que apelará del fallo.

En tanto, en Burdeos, uno de los bastiones del movimiento, también se registraron enfrentamientos, mientras en Montpellier, dos policías resultaron levemente heridos en enfrentamientos, esta manifestación reunió a unas mil 650 personas, de acuerdo a las autoridades, y 2 mil 500 según los organizadores.

Este fin de semana los bancos franceses pidieron el fin de la violencia contra sus sucursales, cajeros automáticos y su personal; desde que comenzaron las protestas en noviembre, más de 760 bancos fueron vandalizados.