Sao Paulo. Militares conmemoraron este jueves en Sao Paulo el golpe de Estado de 1964, que cumple 55 años, y aseguraron que las fuerzas armadas respondieron al clamor popular para frenar una escalada hacia el totalitarismo, en momentos en que familiares de las víctimas y sobrevivientes de la dictadura (1964-1985) pidieron ante el Supremo Tribunal Federal prohibir cualquier festejo al respecto.

Bolsonaro, quien como diputado exaltó la dictadura en numerosas ocasiones, volvió a encender el debate esta semana al pedir que los cuarteles realizaran las conmemoraciones debidas del levantamiento del 31 de marzo de 1964 que instaló la dictadura.

No fue una maravilla, hubo algunos problemitas, opinó Bolsonaro en una entrevista este jueves, pero sostuvo que no hubo dictadura.

En 2011, la entonces presidenta Dilma Rousseff, detenida y torturada durante el régimen militar, prohibió por decreto la práctica de actos de celebración del golpe, pero con la llegada al poder de Bolsonaro es la primera vez desde el retorno democrático que un mandatario invita a la organización de festejos.

El recurso enviado a la corte superior contra la conmemoración de la asonada, según el juez Gilmar Mendes, exigió que no haya celebración o actos que violen el derecho a la memoria y a la verdad con relación a la dictadura.

Los autores alegan que son parientes de víctimas o sobrevivientes de la dictadura reconocidos por la Comisión Nacional de la Verdad, en su informe final publicado en 2014, en el que la versión oficial del Estado brasileño sobre el periodo de los años de plomo dejaron al menos 434 muertos y desaparecidos.

Los demandantes afirman que al determinar las celebraciones el presidente, quien reiteradamente hace apología a la dictadura, estaría violando el derecho a la verdad, pues invita a que un régimen que torturó y mató a miles de las personas sea exaltado con honores.

En tanto, el Ministerio Público Federal llamó a los comandos militares de cada región a abstenerse de promover o formar parte de cualquier manifestación pública, ya sea en ambiente militar o uniformado, en homenaje al periodo de excepción instalado a partir del golpe militar, por considerar que viola la Constitución.

No obstante, el Comando Militar del Sudeste, en Sao Paulo, leyó a sus tropas un texto que justifica el levantamiento castrense de 1964, como parte de un combate global contra el comunismo.

“El 31 de marzo de 1964 se inserta en el ambiente de guerra fría que se reflejaba en el mundo y penetraba en nuestro país. Las familias en Brasil estaban alarmadas y se pusieron en marcha. Frente a un escenario de grandes convulsiones, fue interrumpida la escalada hacia el totalitarismo”, afirmó el mensaje leído ante las tropas y firmado por el ministro de Defensa, Fernando Azevedo y Silva, así como por la cúpula de las fuerzas armadas.

El texto no utiliza los términos golpe o dictadura, ni menciona el cierre del Congreso, la suspensión de derechos y libertades individuales impuesta por el régimen en 1968 o la detención arbitraria y tortura de opositores, documentadas por la comisión de la verdad, a cuyos responsables Brasil no juzgó debido a una ley de amnistía de 1979 que fue ratificada en 2010.