Morena y su grupo parlamentario en el Senado avalaron ayer la solicitud del presidente Andrés Manuel López Obrador al gobierno de España y al papa Francisco de que ofrezcan disculpas a México por los excesos cometidos durante la Conquista. En tanto, dirigentes y legisladores de PAN, PRI, PRD y MC criticaron al jefe del Ejecutivo al considerar que su visión es arcaica y afectará la relación con el país europeo.

El coordinador de Morena, Ricardo Monreal, dijo que el tiempo no borra los abusos, el robo y el saqueo que sufrió el país hace 500 años y que en todo el mundo se están generando procesos para excusarse por actos inmorales e ilegales del pasado.

Explicó que en octubre de 2015, como parte de una disculpa histórica con la comunidad sefardí, expulsada en 1492 del territorio que habitaban, el gobierno español aprobó una ley para que ese grupo accediera a la nacionalidad española, y otras naciones han pedido incluso indemnización.

Dijo que el año pasado el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ofreció una disculpa a la comunidad judía porque en 1939, durante la Segunda Guerra Mundial, se rechazó un barco con 907 judíos. No hay fractura con España, recalcó, las críticas contra López Obrador son infundadas.

La presidenta de Morena, Yeid-ckol Polevnsky, señaló en redes sociales: Perdón pero no olvido, será polémico pero la construcción de un México incluyente y progresista requiere de memoria histórica.

Añadió que la visión de los vencidos debe ser reivindicada y no entendemos por qué es tan difícil pedir perdón, evidencias históricas sustentan abuso.

Los coordinadores de PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, y PAN, Mauricio Kuri, señalaron que el Ejecutivo debe ocuparse de temas fundamentales y prioritarios.

Clemente Castañeda, dirigente de MC, consideró que hay algo de razón en la demanda de López Obrador, aunque estimó que se da en un momento en que el Presidente no quiere que se hable de cosas importantes, como la construcción de la refinería de Dos Bocas, donde hay mucho que aclarar, y cuando es evidente que pretende reivindicarse con los pueblos indígenas, pues sabe que los proyectos de infraestructura del sureste van requerir de una consulta.

Aseveró que en terminos de política exterior no es inteligente ni estratégico, pues se abre un frente de batalla con un aliado potencial como es España.

Por su lado, el ex embajador de México en España Francisco Ramírez Acuña consideró arcaico y preocupante el posicionamiento del mandatario, pues refleja que el gobierno federal toma la política exterior a la ligera. Pidió cuidar los vínculos con el país europeo, pues es el segundo socio comercial más importante de México, después de Estados Unidos.