Rechifla al Presidente empezó tímida y aumentó de pronto, a saber si por convicción o porque el desmadre se contagia como virus
Domingo 24 de marzo de 2019, p. 6
No fue una cálida bienvenida para Diablos Rojos del México. En el estreno de su nuevo estadio, sufrieron una paliza 11 a 2 de los invitados Padres de San Diego en el primer juego de exhibición. No sólo fue un bautismo hostil para los escarlatas, sino también para el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, quien lanzó la primera pelota en el diamante y recibió un duelo entre quienes aplaudían su presencia y quienes lo abuchearon.
Desde las horas previas ríos rojos de aficionados llegaron emocionados a estrenar la nueva casa en la Magdalena Mixhuca. Unos nostálgicos, recordaban los días gloriosos en el Parque del Seguro Social; otros los años trashumantes en el Foro Sol, el Fray Nano, hasta hoy. Todos movidos por el amor genuino por los Diablos.
Todos querían la selfi al llegar a la entrada del estadio Alfredo Harp Helú, el empresario artífice de esta construcción millonaria que no sólo se atrevió con la propuesta arquitectónica, sino también incluyó otras expresiones, murales obra del artista José Luis García con la colaboración de Rocha el monero de La Jornada.
Las tiendas de productos oficiales abarrotadas, pero con la competencia poderosa y atomizada de los ambulantes en los alrededores del inmueble. Todos se las ingeniaron para colorear de rojo las gradas para más de veinte mil asistentes.
El ambiente fue festivo hasta que empezó la ceremonia de inauguración y se presentó al invitado de honor, el presidente López Obrador Entonces, en medio de la ovación, algunos tímidos abuchearon, pero de pronto aumentó la rechifla de rechazo, a saber si por convicción ideológica o porque el desmadre se contagia como virus. No voy a hablar mucho, porque hay algunos de la porra del equipo fifí
, dijo López Obrador y provocó risas de adhesión que celebraron su respuesta.
Después de agradecer al empresario Harp Helú por ser el principal promotor del beisbol en México, advirtió: Vamos a seguir ponchando a los de la mafia del po- der
. Y todo el estadio estalló en equilibrio entre quienes lo celebraron y quienes reclamaban.
Apaciguada la afición, regresó al juego que estaba por empezar. Diablos dio pelea durante las primeras tres entradas, con un picheo aceptable de Arturo López, el abridor del partido. Después llegaron, como en todo debut, los conteos de lo primero en algo. La primera carrera fue privilegio de Diablos, en la tercera entrada, Adonis García bateó un elevado de sacrificio para que Armando Araiza pisara la primera anotación en el estadio.
Después vino la cuenta terrible para los de casa. El primer rally de los Padres de San Diego, con cuatro carreras inesperadas. Todo se arruinó entonces.
En la sexta entrada llegó el primer jonrón y fue contra Diablos. Michael Gettys pegó un cuadrangular y el rollo cerró con cuatro carreras más.
Y sin posibilidad de remontar, los Pingos todavía aceptaron dos jonrones más que sumaron tres carreras extras en la séptima entrada. El público ya no parecía feliz y empezó a abandonar el estadio. Otros pedían a gritos que no se marcharan, que esto era un juego de exhibición y era para estrenar y apoyar a los Diablos. Cuando la gente parecía más distanciada del partido regresó gracias al primer espontáneo que saltó al cuadrangular para correr las cuatro esquinas del diamante mientras el personal de seguridad bufaba para darle alcance. La gente azuzaba como si en ello estuviera el sentido del juego. Al final el improvisado intruso fue derribado por un ejército de guardias.
El final parecía desanimado, hata que Rigoberto Terrazasprodujo otra carrera en la novena entrada cdomo consuelo. No hubo festejo Diablo, pero este domingo tienen la oportunidad de una revancha en el segundo juego de la serie. Los Pingos estrenaron su casa en llamas.