Domingo 17 de marzo de 2019, p. 9
Cruz Azul se levantó en el torneo al conseguir su tercera victoria consecutiva en el Clausura 2019. La Máquina goleó 4-1 a un Pachuca desvanecido desde el inicio del partido y sin capacidad para reaccionar y meterse al juego.
Un gol casi absurdo de lo inmediato y gratuito. Una pelota perdida cuando apenas empezaba el partido. Medio minuto y la pelota que empezó a circular con dos toques de los botines Tuzos se perdió en a mitad del campo; los celestes corrieron por la banda izquierda hasta una diagonal servida por Orbelín Pineda que llegó justo para el remate cruzado de Rafael Baca. Los jugadores de Pachuca se quedaron pasmados ante la sorpresa y sin capacidad de reacción.
Cruz Azul empezó a jugar a placer ante unos Tuzos a los que no les regresaba el alma tras la sorpresiva anotación. Milton Caraglio estuvo cerca de ampliar la ventaja, pues los rivales se quedaron hundidos en el desconcierto.
En esas condiciones, los celestes tenían más de una opción para volver a marcar. Llegó al minuto 24 cuando el defensa Jaine Barreiro tuvo un contacto excesivo contra Caraglio, por lo que el árbitro decretó la pena máxima. El mismo ofendido fue quien cobró al 26 sin margen de error para ampliar a 2-0 sobre los de Martín Palermo.
Sin reacción alguna, el primer tiempo parecía que culminaría con el dominio absoluto de los celestes, pero hubo un rayo de esperanza para los Tuzos, cuando intentaron fulminar a Chuy Corona, quien rechazó un disparo y en el contrarremate cometieron una falta contra el portero cementero. La pelota entró a la portería, pero sin efecto alguno.
Pachuca trató de volver a la cancha con otro ánimo. Con la convicción de que si no se metían al partido aquello podría salirse de control. Parecía que surtía efecto en un trazo largo que le permitió a Franco Jara atreverse; disparó al arco, pero el árbitro auxiliar anuló la jugada al marcar fuera de lugar. La celebración que se encendía se apagó con una bandera en lo alto.
No fue su tarde. Si Pachuca crecía como adversario, la mala fortuna aplastó sus esfuerzos. Un tiro libre indirecto, Yoshimar Yotún mide y dispara, la barrera salta y Leonardo Ulloa se eleva por encima del muro de cabeza y anota en su propia portería el 3-0.
A veinte minutos del final, con una ventaja de tres goles, Pablo Aguilar entró de manera violenta con una patada al pecho de Ángelo Sagal, y se lleva un tarjeta roja absurda. Edwin Cardona cobró el tiro libre de castigo y metió el balón con una precisión asombrosa para el 3-1.
Cerca del final hubo duda en una jugada en el área de Pachuca, donde el defensa, Jaine Barreiro, parecía tocar la pelota con el antebrazo, pero tras la revisión en el VAR, el árbitro decidió que no era una falta.
El colofón llegó al minuto 88, un desborde por derecha, un centro preciso de Édgar Méndez y un remate perfecto de cabeza de Caraglio para el 4-1.