odos los lunes, las y los titulares de las secretarías del Gobierno de la Ciudad de México acudimos a impartir una clase sobre los derechos humanos a una de las 900 escuelas secundarias públicas de esta capital, la propia jefa de Gobierno acude también cada lunes a dar una clase. Para alguien como quien escribe, cuyo trabajo se ha dedicado a la promoción de los derechos de adolescentes, pararse en estas escuelas no es una experiencia nueva, sin embargo, hay otra lente que filtra las luces cuando una llega como representante de gobierno, y desde luego, es otro el filtro con el que nos miran, como autoridades.
La visita a la escuela secundaria Nochicalco, con 600 estudiantes en el pueblo San Jerónimo Miacatlán, en la alcaldía de Milpa Alta, me llevó al mundo rural, sí dije rural, porque a la gente se le olvida cuan rural puede ser nuestra ciudad. La visual desde el recinto escolar es un remanso de nopaleras y carrizos, donde todavía se habla náhuatl. Sin embargo, las autoridades nos hablaron de problemas de adicción a sustancias, violencia familiar, comentaron un caso de suicidio, también de inseguridad y piden apoyo para mejorar la vigilancia en la zona. Otra secundaria visitada fue la Guadalupe Victoria en la alcaldía Iztacalco, donde constatamos la mayor participación de padres de familia representantes de más de 500 estudiantes, aquí sólo nos pidieron equipamiento, los equipos de cómputo están muy viejos. En la escuela secundaria Bertrand Russell, de la alcaldía de Azcapotzalco, el barrio y las instalaciones son muy precarias, especialmente la condición del alumnado, porque acudimos al turno vespertino, que completa un total de 50 estudiantes. Nos explicaban las maestras que van en la tarde porque trabajan en las mañanas en puestos de su familia, algunas de las alumnas tienen que cuidar a sus hermanitos. Muy simpática la maestra de ceremonias, quien citó frases de Fidel Castro Ruz y del Che Guevara. Al inmueble le falta mantenimiento, bebederos, rehabilitación de sanitarios, mejorar el mobiliario.
En la alcaldía de Gustavo A. Madero acudimos también al turno vespertino de la secundaria Adolfo López Mateos, donde reunieron a los 650 estudiantes, una zona que nos señalaron como de alto riesgo de violencia y de adicciones; aquí una de las estudiantes propuso ya no llevarse con los niños
como medida para terminar con la violencia, a lo que otro estudiante reaccionó sugiriendo que mejor habría que respetarlas
; en este recinto los directivos solicitaron información sobre la efectividad de la cámara C5 ubicada en la zona, la cual pudimos confirmarles que sí se encontraba funcionando; la reparación de tinacos es urgente, pues están quebrados y hay posible contaminación del agua, lo cual pudimos gestionar ese mismo día con las autoridades de la alcaldía. En la secundaria Mahatma Gandhi de la alcaldía Venustiano Carranza acudimos también al turno vespertino, que cuenta con 54 estudiantes, nos hablaron de alto riesgo de situaciones de violencia y enfrentamiento de pandillas. Los directivos expresan que hay un desprecio hacia el turno vespertino, porque hay menos estudiantes, y desde luego, presentan condiciones más difíciles, llegan cansados tanto el alumnado como el personal docente, sin embargo se trata de un servicio escolar dirigido a quienes más lo necesitan; aquí los muchachos sugieren promover el respeto y evitar los golpes, así como hacer equipos para tratarse mejor entre compañeros; las instalaciones del laboratorio fueron dañadas en el sismo de 2017, y apenas el mes pasado fue reparado por autoridades del actual gobierno, pero reportan falta de iluminación nocturna en gimnasio y áreas comunes, se necesita actualizar el equipo de cómputo y el mobiliario. La supervisora de la zona habló de otras escuelas donde la falta de agua potable es crítica, porque tienen toma de agua residencial.
Un cometario común de todas las autoridades escolares es que nunca se había parado una autoridad de nivel de secretaría en esos planteles, algunos de los cuales tienen más de 40 años de haberse fundado. Recibimos varias denuncias de violencia de género que pudimos atender en las Lunas o unidades de atención que la propia Secretaría de las Mujeres tiene instaladas en cada una de las demarcaciones de la ciudad. Las visitas nos hicieron ver el importante papel institucional, especialmente de docentes y autoridades escolares para contener la violencia del entorno y la gran necesidad de mejorar la infraestructura escolar. Lo más preocupante es sin duda, la percepción de inseguridad y violencia en todas las zonas visitadas. Por la responsabilidad implicada, las demandas señaladas se están gestionando en las diferentes instancias de gobierno. Pero hay mucho por hacer para mejorar la situación y el entorno de las y los jóvenes de esta ciudad.
Twitter: Gabrielarodr108