Puebla, Pue., En plena efervescencia por la próxima celebración de los comicios extraordinarios para gobernador, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó la entidad y vaticinó que será una prueba para la democracia y se comprobará que es posible dejar atrás la degradación de compra de voluntades o tráfico de la pobreza de la gente. En estos tiempos de la democracia ya no queremos políticos fantoches, ambiciosos, que tanto daño han hecho a México.

Convocado para la presentación de los programas del bienestar –efectuado a una semana de la designación del candidato de Morena a gobernador–, el encuentro fue espacio para la arenga presidencial sobre los comicios en la nueva era, deplorando que últimamente se empobrecía a la gente para repartir migajas en las selecciones.

En vísperas de estas elecciones que se dan en el contexto de la Cuarta Transformación ya no permitamos todas estas actitudes antidemocráticas, nada de compra de voto, de tráfico con la pobreza, de acarrear a la gente a sufragar, de falsificar resultados electorales. No se detuvo sólo en esa mención de irregularidades, sino que rubricó con la advertencia: nadie se atreva a decir que tiene mi apoyo, porque yo sólo tengo un amo, el pueblo.

Víspera de su informe

A un día de su informe en ocasión de sus primeros 100 días de gobierno, insistió en su censura a la politiquería de algunos funcionarios. Narró un testimonio de un discapacitado en Jalisco, donde estuvo un día antes, quien le imploró su apoyo.

“Me partió el alma. ‘Ayúdeme, mire como estoy’. Le dije: ¿ya te censaron? ‘Ya me censaron, pero ¿cuándo va a llegar la ayuda?’ Jalé al coordinador de Jalisco. Le dije: ven y escucha esto. En vez de estar diciendo que en Jalisco, en Puebla y Tabasco hay pleitos y platicándome de politiquería, en vez de eso, lo que me importa es que se termine el censo”, sostuvo el Presidente.

Demandó a sus colaboradores dejar atrás el burocratismo para intensificar el ritmo laboral, agilizar la conclusión de los censos del bienestar que permitan la entrega de los beneficios sociales. ¡Si esto es una revolución, esto es una transformación, aquí hay que trabajar 16 horas diarias por el pueblo!

Casi una hora de discurso (ya ven como quiero a Puebla que me entusiasmo, ya me piqué. ¿Cuánto tiempo llevo hablando? Lo cual atribuyó en gran parte a su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller), para hablar de los programas sociales, deslizar algunas líneas de sus 100 días de gobierno, del combate al robo de combustible en la entidad donde se entronizó el huachicoleo en tiempos del finado Rafael Moreno Valle y de la venta de aeronaves gubernamentales para andar a ras de tierra por el país o en líneas comerciales.

Todo ello para rematar con una letanía sobre los comicios en tiempos de la Cuarta Transformación y demandar el compromiso de realizar elecciones limpias y democráticas: sobre todo a los que no están entendiendo bien los nuevos tiempos y no quieren cambiar, nada más les informo: ya el gobierno no tiene partido ni tiene sindicato, el gobierno es de todos, y ya no va a ser como antes que el gobierno apoyaba a un partido, apoyaba a un candidato, mucho menos se va a permitir que se use el dinero del presupuesto, que es del pueblo, para favorecer a un candidato o favorecer a un partido.

Realizó una larga alusión a las nuevas formas del proceso electoral para rubricar: no es advertencia, mucho menos amenaza, pero ya logramos que sea delito grave la corrupción, que no lo era, y ya logramos que se reformara la Constitución para que también sea delito grave el fraude electoral.

O sea, quien incurra en esas prácticas irá a la cárcel, dijo ante 12 mil personas, entre ellas el gobernador interino, Guillermo Pacheco Pulido, quien se llevó los elogios de López Obrador por estar a la altura de las necesidades de reconciliación de los poblanos en estos difíciles tiempos que han seguido tras el lamentable accidente donde perdió la vida la gobernadora, su esposo, un ayudante y dos pilotos (no mencionó por su nombre a Martha Érika Alonso o a Rafael Moreno Valle)

Poco a poco fue elevando su voz para enumerar lo que ya no está permitido en las formas de la política nacional, deslindándose de quienes se quieren colgar del Presidente porque ya no se va a valer, dijo, argumentar “que ‘yo vengo de la lucha contigo desde hace 40 años y yo siempre he estado solidario, yo seré el candidato a como dé lugar’. No, primo hermano, no luchamos por cargos, luchamos por la transformación de México”.

Deploró que en tiempos electorales los barberos que no tienen convicciones suelen colgarse simulando que les importa mucho el pueblo. No, afortunadamente ya la gente sabe quién es quién.

López Obrador ofreció no regresar a Puebla hasta la conclusión del proceso electoral (las votaciones se realizarán el 2 de junio), a menos que se requiera su presencia –toco madera– por razones urgentes.