Jueves 7 de marzo de 2019, p. 31
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) deberá contratar los servicios de hemodiálisis en este año y lidiar con empresas que en 2015 le ocasionaron un daño patrimonial por 557 millones de pesos. Una de ellas, Fresenius Medical Care, participó en una licitación de subasta en reversa (es una puja por el precio más bajo) y ganó, pero al final no firmó los contratos por incosteables, aseguraron especialistas.
Eran los contratos para la prestación de servicios dentro de los hospitales del instituto, los cuales representan 44 por ciento del total. El restante 56 por ciento corresponde al servicio extramuros que se supone, son necesarios para satisfacer la demanda de atención. Estos contratos se asignaron a 27 clínicas privadas, las cuales tienen a Fresenius como el mayor proveedor de equipos e insumos para las terapias sustitutivas de la función renal.
En los hechos, señalaron las fuentes consultadas, Fresenius y Reactivos y Químicos expulsaron
a sus competidores y tambalearon
el mercado. Afirmaron que esta es parte de la mafia
a la que en días pasados se refirió el director del IMSS, Germán Martínez Cázares.
Respecto de los servicios intramuros (dentro de los hospitales del Seguro Social), se concursaron en cuatro partidas bajo la modalidad de subasta en reversa. Conforme fueron bajando los precios, sólo quedaron en la competencia Fresenius y la empresa Reactivos y Químicos. Esta última se quedó con dos de los contratos y Fresenius con los otros dos, a un costo de entre 180 y 190 pesos.
A decir de las fuentes consultadas, ese precio es insostenible, aunque al instituto le convenía. El problema fue que Fresenius decidió no firmar sus dos contratos y en la segunda vuelta de la licitación, se asignaron a Reactivos y Químicos pero con un precio de entre 400 y 410 pesos. De ahí el daño patrimonial que después señaló el instituto.
De esta manera, Reactivos y Químicos se quedó con 91 por ciento de los tratamientos intramuros, mientras el laboratorio Pisa obtuvo 5 por ciento y Pure HD 3 por ciento. Fresenius conservó uno por ciento por las hemodiálisis pediátricas.
Luego de que Fresenius se desistió de la firma de los contratos que había obtenido, la Secretaría de la Función Pública inhabilitó a la empresa por 2.5 años y le impuso una multa de un millón de pesos. Eso significa que podrá participar en la nueva licitación, ya que los contratos de 2015 concluyen en octubre próximo.
El asunto no es menor, pues se trata de un servicio de muy alta demanda. Martínez Cázares comentó que alrededor de 74 mil derechohabientes se encuentran en tratamiento de diálisis y hemodiálisis. La inversión anual asciende a cerca de 12 mil millones de pesos.
Es comprensible, indicaron los expertos, que las autoridades del Seguro Social busquen el máximo ahorro, pero también se ha caído en distorsiones porque en los lugares donde el servicio tiene el costo más bajo –cerca de 20 entidades–, el organismo ha privilegiado el servicio intramuros (que le cuesta entre 180 y 190 pesos) antes que enviar a sus pacientes a las clínicas privadas, donde debe pagar entre 850 y mil 140 pesos.
En algunos lugares ha significado que los pacientes no reciban todas las sesiones que requieren o que las tomen por menos tiempo del necesario (dos horas en lugar de tres, por ejemplo), advirtieron los entrevistados.