Managua. El gobierno de Daniel Ortega y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) definieron este martes la hoja de ruta que seguirán para buscar una salida negociada a la crisis en Nicaragua, en la que tendrán como testigos a representantes de las iglesias católica y evangélica.

“Se aprobó la ‘hoja de ruta’”, informó el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, al leer una declaración de 16 puntos al término de las negociaciones.

Ambas partes señalaron que la mesa de negociación aprobó tres cartas de invitación para testigos y acompañantes internacionales al proceso en que el gobierno y la ACDJ buscan consensuar soluciones a los problemas del país.

La primera misiva fue extendida al nuncio apostólico, Waldemar Sommertag, para que sea testigo y acompañante internacional, extendiendo la invitación al secretario de la nunciatura apostólica, Andrea Piccioni.

La segunda fue dirigida al cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, en los mismos términos e invitando a dos asesores.

El lunes la CEN informó que dado que no había recibido una invitación formal se retiraba del diálogo.

Por último, se invitó a Ulises Rivera, coordinador de Pastores Interdenominacionales Unidos por la Nación, para incorporar la participación de la Iglesia evangélica a partir de la designación de un titular y dos asesores.

En las conversaciones, que comenzaron el 27 de febrero a puertas cerradas, la delegación del gobierno, dirigida por el canciller Denis Moncada, y la alianza buscaban definir una hoja de ruta antes de abordar los temas de fondo.

Hasta el momento, las partes han logrado ponerse de acuerdo en aspectos relativos al funcionamiento de la negociación.

También habían avanzado en la definición de los garantes del diálogo, declaró a la agencia Afp el académico Ernesto Medina, miembro de la delegación opositora.

El diálogo busca resolver la profunda crisis que atraviesa Nicaragua a raíz de las protestas antigubernamentales que estallaron en abril pasado, cuya represión dejó 325 muertos.