Ante la persistencia de críticas a la cancelación de recursos para albergues de mujeres maltratadas, el presidente Andrés Manuel López Obrador ratificó que no habrá marcha atrás en los cambios al modelo. Su gobierno tiene el compromiso moral de proteger a aquéllas, por lo que se instruyó a la Secretaría de Gobernación buscar opciones que eviten intermediarios, pues no quiero abrir la puerta, porque si empezamos con excepciones, todos van a plantear lo mismo.

Durante su conferencia el mandatario también aseguró que aunque son reprobables los abucheos contra los gobernadores de las entidades que visita, no ha percibido que se trate de expresiones organizadas. No he notado que sea algo deliberado, porque me dijeron que un periodista sacó un oficio, habría que ver su autenticidad. Me gustaría que se indagara sobre eso, se aclarara sobre este tema.

En torno a la versión difundida de quien fue su coordinadora de campaña, Tatiana Clouthier, acerca de que conoció posibles intentos de envenenarlo durante la campaña presidencial, el mandatario acotó: No tengo ningún informe sobre ese asunto, es hasta ahora que me estoy enterando. Y no hay preocupación por eso. Dijo que come en fondas y restaurantes sin que exista un operativo especial para revisar lo que le cocinan.

Sobre el tema de los refugios, sostuvo: si empezamos con excepciones no vamos a tener autoridad, porque entonces me van a pedir los de las estancias infantiles que hagamos lo mismo, me van a pedir los Cendis, los que tienen organizaciones de menores con discapacidad. Agregó que en casos de justicia social no hay límite. Aunque nos quedemos sin camisa, aunque pasemos de la austeridad republicana a la pobreza franciscana.

Reconoció que la protección de las mujeres agraviadas es responsabilidad gubernamental y se está haciendo, porque tanto en la Secretaría de Gobernación como en el Inmujeres hay funcionarias sensibles y conscientes. Vamos a seguir ayudando, lo que queremos es que el mecanismo de ayuda sea lo mejor posible y que la asistencia llegue completa.

López Obrador aseguró que sólo en Guerrero detectó manipulación de protestas e intervino porque eso no se vale. Empero no deja de haber resentimientos, revanchismo. Hay todavía en la sociedad política mucho infantilismo político en dirigentes, falta más desarrollo político arriba. También hay un afán de la gente de hacerse escuchar porque aún hay muchas demandas sociales. Ofreció a los gobernadores que quienes no quieran exponerse en sus actos públicos puedan sostener encuentros privados porque es imposible ir a un estado y no reunirse con la autoridad local.

Aunque aclaró: sí tengo que seguir en la plaza, porque a mí me sirve para saber cómo van los programas. Yo no puedo perder la comunicación con la gente, no me puedo encerrar.

En referencia a lo más complejo que ha enfrentado en su gobierno, sostuvo: empujar al animal, porque es como un elefante que camina muy lento. Es un cuerpo de avance lento el gobierno, porque además no estaba hecho para atender a la gente. Estos tecnócratas aprendieron fórmulas que consistían en facilitar negocios al amparo del poder.