La capital contará con el primer laboratorio temático de seguridad y justicia, encargado de crear, pilotear, evaluar y diseñar políticas públicas que coadyuven a abatir delitos de alto impacto, como homicidios dolosos y robos de negocio con violencia, vehículos y a transeúntes.

El director de la Agencia Digital de Innovación Pública, José Antonio Peña Merino, explicó que con financiamiento nacional e internacional se concretará esa iniciativa. Por su parte, Eduardo Clark García Dobarganes, director de Datos para el Desarrollo de la oficina de la Presidencia, indicó que se trata de generar alianzas con diversos sectores de la sociedad, contar con una evaluación robusta de los casos y mejorar las capacidades de investigación y persecución de los delitos.

En la sede de la maqueta, donde se realizó un mapeo con el crecimiento de algunos delitos por territorio, Beatriz Magaloni, de la Universidad de Stanford, señaló que son muy limitadas las capacidades institucionales para perseguir e investigar procesos penales relacionados con homicidios.

Por eso, la decisión es trabajar en ese tema para generar una investigación más eficiente, focalizar los instrumentos policiales y robustecer la indagatoria con jóvenes en condición de vulnerabilidad que pueden ser víctimas de violencia o reclutados por organizaciones criminales, así como el feminicidio y victimización de las mujeres en barrios y transporte público.

Rodrigo Canales, de la Universidad de Yale, destacó la importancia de generar confianza entre la ciudadanía y la policía, por lo que en una segunda etapa del laboratorio se llevará a cabo el análisis de feminicidios y violencia sexual.

También se revisaron textos de las carpetas de investigación y estrategias de lugares donde la incidencia delictiva es alta para destinar recursos y establecer mecanismos de resolución.

Por su parte, la procuradora Ernestina Godoy señaló que el laboratorio ayudará a esclarecer homicidios: Se está trabajando en coordinación con la embajada de Francia, porque la capacidad institucional para investigar es débil.

Tal situación, aclaró, no es porque no se tengan los instrumentos y el conocimiento, sino porque nadie ha reflexionado sobre sí lo que hacemos está bien.