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Un boxeador no desperdicia la oportunidad, asegura Hugo Ruiz; pensé que podía ganar
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de marzo de 2019, p. 5

Hugo Ruiz fue noqueado en un episodio por Gervonta Davis. No era la primera derrota, pero sí la primera de este tipo, en la que pensó que estaba acabado. Desde el principio sabía que en este combate tenía todo en contra. Fuer un compromiso apresurado, en una división ajena y lo peor de todo es que apenas tuvo tres semanas para preparar la pelea.

El 19 de enero había peleado y ganado en Las Vegas. De forma repentina, su promotor Sampson Lewkowicz le dijo que les ofrecían el combate por el campeonato mundial ante Davis, un boxeador protegido por la estrella Floyd Mayweather. Sólo tenía tres semanas para afinar todo y subir el 9 de febrero en Carson, California.

En el mundo del boxeo hubo gente sorprendida por la decisión de Ruiz. Algunos consideraron que era una misión temeraria y peligrosa; además de que Hugo pelearía dos divisiones arriba, en superpluma, no en supergallo, en la que usualmente lo hace.

Uno nunca va a decir que no, dice Ruiz; uno está en este negocio buscando oportunidades y cuando llegan las tomamos, aunque todo esté en contra, como fue en mi caso.

Sampson le dijo: Esta es la oferta, tú sabes si la tomas o la dejas, yo te apoyo en cualquier sentido.

Hugo no titubeó y le dijo que firmaría de inmediato. Pelear en esas condiciones no le intimidó. Por el contrario, pensó que serviría para probarse, si todo estaba en contra, se dijo que no tenía nada que perder.

Pero perdió. Gervonta Davis lo noqueó muy rápido y no sólo eso, sino que lo lastimó del tabique, por lo que tendrá que esperar unos meses para volver a entrenar.

Asumí el reto comprendiendo a lo que me exponía, reconoce; ahora lo más difícil es recuperar el ánimo para seguir en el boxeo.

Al día siguiente, Hugo estaba desmoralizado. Sentía que su carrera estaba acabada. Más por el desánimo que por la evidencia de que estaba arruinado.

Tuve que hablar con mi familia y mi equipo, relata; sólo de esa manera he podido mejorar, con trabajos, eso sí, pero evitando sentirme derrotado.

Lo más difícil, por ahora, es recuperarse del sentimiento de fracaso, más que de la lesión de la nariz. Asimilar que la derrota parecía predestinada por las condiciones en que llegó a la pelea.

Trato de convencerme que eso ya pasó, admite; que fue muy arriesgado para mí y para mi carrera, pero un boxeador lo que busca siempre es pelear y eso fue lo que hice y por eso tomé la decisión.

Mientras recupera la voluntad, Ruiz sigue con el balance de las consecuencias que le dejó la pelea contra Davis. Su lógica es la de cualquier boxeador, e insiste que la oportunidad no podía desperdiciarla a pesar de lo difícil que lucía.

Pensé que podía ganar, concede; o no habría tomado la pelea, pero sigo convencido de que esas oportunidades no se presentan dos veces, por lo que desde mi perspectiva hice lo que cualquier boxeador haría, asumir el riesgo y confiar en que podía ganar.

Después del reposo que le recomendó el médico, volverá al gimnasio. Sabe que no se ha terminado su carrera. Volverá a su división y ahora tiene claro lo que no debe volver a hacer.

Algo aprendí de esta derrota, comenta; cuando regrese no lo haré para acumular mi récord o sólo para ganar dinero, regresaré para buscar otra oportunidad de campeonato del mundo.