Martes 26 de febrero de 2019, p. 34
Roma. La organización ECA (Ending Clergy Abuse), una de las organizaciones más activas de víctimas de abusos por parte del clero, presente en más de 90 países, presentó un compendio de 21 normas que, a su juicio, debería adoptar el Vaticano si de verdad quiere erradicar el flagelo de la pederastia y los obispos encubridores.
En primer lugar, los integrantes de ECA exigen que cualquier hombre del clero que haya sido encontrado culpable de agresión o abuso contra un menor, así como los eclesiásticos cómplices de mantener en secreto el caso, sean expulsados de sus cargos y del oficio del sacerdocio de forma inmediata
.
Las líneas guía están divididas en tres subgrupos que responden a la responsabilidad del obispo, la rendición de cuentas y la transparencia, que son los ejes temáticos que guiaron los debates de la histórica cumbre sobre la protección de menores que concluyó el domingo pasado con una promesa del papa Francisco para que estos crímenes no vuelvan a repetirse.
Instan a que la documentación e informes sobre las investigaciones canónicas relativas a los casos de abuso sean trasmitidas automáticamente a las instancias de la justicia ordinaria, lo que en la práctica supone el fin del secreto pontificio. Asimismo, pide que sean los órganos jurídicos de cada país los que se hagan cargo de las denuncias de abusos a menores.
También piden al Vaticano que ponga en práctica las recomendaciones de la Comisión sobre los Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas que publicó un informe en 2014 en el que exigía que se destituya de sus cargos y entregue a la policía a aquellos que sean culpables de abusos sexuales a menores
. Las víctimas también solicitan que se elimine la inmunidad de los diplomáticos vaticanos para que puedan ser juzgados en los lugares donde cometen los delitos.
Recursos para afectados
Igualmente, han propuesto que las Conferencias Episcopales reserven parte de su presupuesto a las indemnizaciones para las víctimas de abusos, algo que ya ejercitan algunos países.
Por otro lado, piden que se hagan públicos todos los registros y archivos con los religiosos que han cometido abusos a menores, incluidos los ya apartados o fallecidos.
Las expectativas de las víctimas quedaron insatisfechas tras las conclusiones presentadas por el Papa después de la cumbre antipederastia. Miguel Hurtado, primera víctima que denunció abusos sexuales cometidos por el monje de Montserrat, Andreu Soler, las tildó de bofetada a todas las víctimas
, pero tal y como ha anunciado uno de los organizadores de la cita vaticana, padre Federico Lombardi, la cumbre no es el final
.
Así, ha informado que en el plazo máximo de uno o dos meses, el Vaticano contará con una nueva legislación para luchar contra los abusos. Esto incluirá un nuevo motu proprio papal sobre la protección de menores y un manual de instrucciones para que los obispos afronten las denuncias y acompañen a las víctimas.