La actividad económica se desaceleró en diciembre, primer mes de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al reportar el desempeño más bajo en los pasados nueve meses, indicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que mide por mes y expone la tendencia a corto plazo, se contrajo 0.4 por ciento en términos reales en diciembre pasado respecto del mes previo, apuntó el Inegi.

Todos los sectores de la economía reportaron un desempeño negativo, particularmente las actividades primarias.

El Inegi informó que, por grandes grupos de actividades, la agricultura y la pesca cayeron 2.8 por ciento; el comercio y los servicios descendieron 0.6, y las industrias se contrajeron 0.4 en diciembre de 2018 frente a los datos de noviembre de ese año.

En términos anuales, el IGAE presentó un crecimiento real de 0.2 por ciento, pero en cifras originales no se movió respecto de diciembre de 2017.

Las actividades vinculadas con el campo y la pesca se incrementaron 4.8 por ciento anual, y el comercio y los servicios 1.2 por ciento.

En contraste, las actividades secundarias –que incluyen a la minería, la construcción y las manufacturas– se contrajeron 2.5 por ciento, también a tasa anual.

De acuerdo con Grupo Financiero Monex, el dato de diciembre anterior permite apreciar con mayor detalle la ralentización generalizada de la economía (...) El resultado del mes es el primero en incorporar el impacto asociado al desabasto de combustibles en el país.

No descartó que también en enero el indicador refleje debilidad, al sumarse los efectos de los bloqueos en vías férreas y las huelgas en las maquiladoras del norte del país.

Por su parte, Alejandro Javier Saldaña Brito, analista de Ve Por Más, consideró que la economía mexicana crecerá menos de lo esperado, para avanzar en torno a 1.8 por ciento, con riesgos a la baja.

Primero, dijo, por una lenta aplicación del gasto público, la incertidumbre que trae el nuevo gobierno, el comercio internacional y mayores tasas de interés fijadas por la Reserva Federal, así como un menor crecimiento en Estados Unidos.

Existen elementos que darían soporte al consumo privado (principal motor de la economía), como los elevados niveles de confianza, continuo crecimiento de las remesas y relativamente bajos índices de desempleo, pese a que proyectamos un detrimento modesto en esta última variable, matizó.

El gobierno federal espera para este año un crecimiento de entre 2.5 y 3.5 por ciento, que es el rango incorporado en los Criterios Generales de Política Económica 2019.