Presentó su trabajo La fiesta y la rebelión en la Feria del Libro del Palacio de Minería
Martes 26 de febrero de 2019, p. 8
El fotógrafo Antonio Turok dedicó su libro La fiesta y la rebelión (Ediciones Era) a los jóvenes, pues ‘‘vivimos en una época en que pareciera que todo está hecho para las redes sociales; no obstante, en ellas se pierde mucha información, mucha memoria”.
Con su inseparable sombrero negro de ala ancha, Turok, al presentar su libro en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, preguntó por el paradero de toda la información que los jóvenes de #YoSoy132 subieron a las redes.
Compartió su preocupación de que la juventud encuentre el gusto por el libro impreso. ‘‘Que se puede ver, acariciar; se puede dormir, al día siguiente regresar y allí estará. Se puede meter a la biblioteca, volverlo abrir dentro de 50 años y allí están las fotos”.
En alusión a su trabajo editorial que reúne un centenar de imágenes de los años 70 del siglo pasado a 2017, reiteró la pertinencia de hacer libros como La fiesta y la rebelión porque es ‘‘un reflejo de nuestra época y un recordatorio de que si no hacemos las imágenes y no aprendemos de la historia, estamos destinados a más desastres”.
Respecto de la utilización del blanco y negro, Antonio Turok sostuvo: ‘‘Hace reflexionar sobre el color. Insisto, los que deben usar el color son los pintores, como Tamayo y Picasso, quienes sí entendieron lo que es combinar colores. Uno cuando toma una foto a color es un desorden. No sabe por dónde irse, si son importantes los miles de colores que puede haber allí, entonces uno se distrae mucho. A la hora de hacerlo en blanco y negro la mente funciona de otra manera. Se piensa que es tal vez algo incluso importante lo que sucede allí”.
El también fotógrafo Marco Antonio Cruz hizo votos para que haya más libros de fotografía de autores tan relevantes de México en beneficio de todos. ‘‘Somos de la generación de los años 50 del siglo pasado, de importancia dentro de la fotografía. Sin embargo, no somos una generación espontánea, sino heredera de una tradición de fotografía de altísima calidad y con un compromiso social muy profundo. Atrás de nuestra formación están las miradas de Manuel Álvarez Bravo, Tina Modotti, Nacho López; es una lista enorme.
‘‘Somos afortunados porque, incluso, conocimos a estos monstruos de la fotografía. Hablamos directamente con ellos. Somos una generación del blanco y negro en que aprendimos a trabajar.
‘‘Son contados en el mundo los fotógrafos que trabajan bien en color. Hace falta editar libros cuando el autor está vivo y no dejar un archivo que a lo mejor la interpretación no va a ser la correcta.”
Según el poeta David Huerta, autor de uno de los textos incluidos en ese libro, con la cobertura que Turok hizo del levantamiento zapatista de 1994, ‘‘dio un golpe de timón a su trabajo artístico y periodístico. Su quehacer tiene un valor documental extraordinario. Sin embargo, para mí Turok es un artista”.
La fiesta y la rebelión incluye textos de Blanche Petrich, María Cortina Icaza, Eduardo Vázquez, Ana Emilia Felker y Juan Villoro, y poemas de Coral Bracho.