Dos años después de fallar en el intento de jugar en México, impedido por las molestias de espalda que ha padecido en los recientes años, Tiger Woods se reportó listo para enfrentar el desafío que le implica resolver por primera vez el campo del Club de Golf Chapultepec, complejo por estar ubicado a más de dos mil 300 metros de altura sobre el nivel del mar, pues la pelota vuela de manera distinta, y donde saldrá en busca de su título mundial número 19.

La altitud es difícil. Es especial y emocionante jugar por primera vez en México. Va ser una gran semana, emocionante, un gran reto, manifestó el jugador estadunidense, máxima figura en el Campeonato Mundial de Golf México, que inicia hoy y comparte el grupo de salida con el mexicano Abraham Anser.

Concentrado en el campo desde que hizo un primer reconocimiento, el martes, Woods destacó en la conferencia de prensa previa que “es más exigente de lo que pensaba. Lo más interesante es que la bola simplemente no se curva aquí a la altura. Simplemente no hay suficiente resistencia (de viento). Las líneas que pensé que formé simplemente no tenían forma alguna.

Esa será una de las cosas que debo organizar hoy y estar listo para mañana, señaló el ex número uno del mundo, actual decimotercero en la clasificación de la Asociación Pofesional de Golf (PGA), previo a la práctica oficial que realizó junto con los estadunidenses Phil Mickelson, Dustin Johnson y el español Jon Rahm.

Fue otra jornada de fiesta y elogios al deportista más mediático por más de una década, el que ahora, a sus 43 años, está lejos de prometer el título 82 del circuito de la PGA, pero se mostró agradecido por el apoyo que le ha brindado el público; eso sin duda me ayudará, dijo Woods, quien no cuenta con un trato especial en el torneo, aunque se desplaza por el club custodiado por un grupo de guardaespaldas.

La más reciente ocasión que Tiger ganó en un campo que pisaba por primera vez fue en el Grove de Londres, en 2006. Esta vez, contará con el apoyo extra en la galería para su compañero de grupo, el mexicano Ancer, de quien se refirió como un jugador que tiene muchísimo talento, jugó muy bien el año pasado; es cuestión de tiempo para que gane. Nos vamos a divertir en estos dos días. Va estar bajo presión por representar a su país, comentó.

A su vez, Ancer se mostró entusiasmado por jugar frente al ídolo de su infancia, al que aspira a vencer y hacer un mejor torneo que el año pasado, cuando terminó en el sitio 52.

El jugador tamaulipeco, clasificado 61 del mundo y 41 el circuito de la PGA, admitió que va a ser inevitable llegar con nervios al hoyo uno de salida, pero intentará transformar esa energía en su mejor desempeño en el torneo que reúne a los más altos clasificados del mundo.

Va a ser una experiencia que no voy a olvidar. No sé si me va ayudar o no me va ayudar el jugar a su lado, así que me voy a concentrar en mi juego para ganarle, a él y a todos los demás, dijo Ancer.