El ex comisionado de la Policía Federal, Manelich Castilla Cravioto, salió en defensa de esa corporación, dijo que no es un cuerpo indisciplinado e ineficiente y rechazó que no exista una policía civil profesional, como se insinúa en el dictamen de la reforma constitucional que crea la Guardia Nacional.

Al participar en el último día de audiencias públicas, realizadas en el Senado, señaló que la Policía Federal no es un fantasma, sino una corporación reconocida a escala internacional, cuyos méritos no pueden ni deben soslayarse frente a un cambio de timón.

Castilla Cravioto coincidió con académicos, representantes empresariales y de organizaciones ciudadanas en que la Guardia Nacional debe tener un mando civil y debe propiciar la capacitación y fortalecimiento de los cuerpos policiacos.

El ex comisionado de la Policía Federal insistió en que el diagnóstico que le entregaron al presidente Andrés Manuel López Obrador –para elaborar la propuesta de Guardia Nacional que presentó al Congreso– fue equivocado, ya que se pasó por alto que se trata de un cuerpo profesional, capacitado en la cultura de respeto a los derechos humanos y anticorrupción.

Puede que la Policía Federal haya sido insuficiente, pero nunca ineficiente. Con el número de elementos limitado se alcanzaron resultados y elevados niveles de percepción de eficacia. Sería deseable enfocar esfuerzos y gasto para fortalecer capacidades y número de elementos de la policía civil. No está reñido con construir un cuerpo de seguridad intermedia, que es lo que entraña la propuesta del Presidente de la República.

De acuerdo con cifras oficiales, hay 329 mil policías en los tres niveles de gobierno, para atender a 130 millones de mexicanos, resaltó ante senadores de todos los grupos parlamentarios, asistentes al quinto y último día de las audiencias públicas, que fueron moderadas por el coordinador del PRD, Miguel Ángel Mancera, y el senador de Morena Cruz Pérez Cuéllar.

Estándar italiano

Por su parte, Paolo Pagliai, especialista en temas de seguridad, aclaró que la Guardia Nacional que busca crear el presidente López Obrador está muy lejos del cuerpo de Carabineros que opera en Italia, los que, de entrada, dependen del fiscal de la nación y no del gobierno, como se plantea aquí en México.

Los Carabineros, dijo, tienen estándares muy altos de capacitación, y no se preparan en seis meses, ni son reclutados en convocatorias abiertas, son, dijo, los representantes del Estado, no del gobierno para mantener la seguridad y procurar la justicia.

Otro ponente, David Ramírez de Grey, coordinador del Programa de Seguridad en México Evalúa, destacó que la implementación de la Guardia Nacional sólo profundizará el rezago de fuerzas civiles en los tres niveles de gobierno.

Juan Diego Téllez Chávez, director Jurídico del municipio de Comonfort, Guanajuato, dijo que la iniciativa de Guardia Nacional mixta es el justo medio, donde participan la policía civil y los cuerpos militares, para lograr un equilibrio de funciones y fusión de las ventajas de cada uno de ellos, a fin de brindar seguridad al país.

Ernesto López Portillo Vargas, secretario técnico del Foro Mexicano para la Seguridad Democrática de la Universidad Iberoamericana, propuso construir una política que ponga el uso de la fuerza en un contexto de régimen constitucional. Sostuvo que aprobar la minuta en sus términos es continuar el círculo vicioso perfecto de la inseguridad. Esta violencia extrema impide construir políticas multisectoriales de seguridad de corto, mediano y largo plazo. No alcanza la fuerza del Estado: la militar y policial. No alcanza para construir seguridad sostenible, subrayó.