Viernes 15 de febrero de 2019, p. 32
Investigadores del Laboratorio de Genómica Clínica del posgra-do de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) efectúan un estudio piloto del genoma de 50 niños con cáncer y el de sus padres para identificar si hay alguna alteración genética heredada que ayude a detectar este mal, primera causa de muerte por enfermedad en los infantes en México.
Éste lo realizan en colaboración con la institución de asistencia privada (IAP) Aquí Nadie se Rinde, que ayuda anualmente a entre 800 y mil familias de niños con cáncer de los distintos estados del país.
Gabriela Mercado Celis, quien dirige el estudio, explicó que a las familias que aceptan participar se les realiza un familiograma (para valorar su dinámica, composición, estructura y ciclo evolutivo).
Los participantes en el estudio piloto deben responder cuestionarios elaborados por el grupo de especialistas encabezado por Aída Borges Yáñez, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Odontología, con el propósito de identificar factores de riesgo ambientales para desarrollar cáncer.
La valoración genética, prosiguió, se hace a partir de muestras de saliva del papá, la mamá y el niño con cáncer, que son examinadas en el Laboratorio de Genómica Clínica, donde se purifica el ADN y posteriormente se somete a un proceso de secuenciación y análisis bioinformático, en el que colabora también Jorge Meléndez Zajgla, del Instituto Nacional de Medicina Genómica.
El 15 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil y tiene como objetivo sensibilizar sobre los desafíos que enfrentan los niños, los adolescentes y sus familias con relación a esta enfermedad. Asimismo, se busca que los infantes tengan acceso a un diagnóstico y tratamientos adecuados. Se estima que 52 por ciento de los casos en México son leucemias, seguidas de linfomas (10 por ciento) y tumores del sistema nervioso central (10 por ciento).
Mercado Celis expuso que a pesar de que el cáncer infantil representa uno por ciento de todos los casos de cáncer, es un problema de la infancia, pues se estima que en el país se registran 2 mil 300 muertes por esta causa al año.
El cáncer pediátrico tiene una diferencia importantísima con el de adultos, y es que no tenemos ninguna medida de prevención ni de diagnóstico temprano
, dijo. La investigadora aseguró que si se detectan variantes genéticas asociadas, podrían establecerse medidas de diagnóstico temprano y, en su caso, dar consejo genético a las familias.
Expresó que se considera que a diferencia del cáncer de adultos, en el que menos de 5 por ciento se asocia a síndromes hereditarios, en pacientes pediátricos esta cifra podría ser entre 10 y 30 por ciento, incluso sin antecedentes de cáncer en la familia.