Organizaciones civiles consideraron que en el gobierno federal existe una postura esquizofrénica o contradictoria en torno a proyectos energéticos. Dijeron que en el discurso, en el caso del fracking, éste se condena, pero instancias gubernamentales, como la Comisión Nacional de Hidrocarburos, lo promueven. Criticaron también la intención de profundizar el modelo basado en combustibles fósiles. Dijeron que al construir refinerías, se está yendo en ese camino. Es ponerle dinero bueno al malo.

En conferencia de prensa en la que se presentó una investigación sobre los impactos de la extracción de hidrocarburos, realizada por Fundar, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), la Fundación Heinrich Böll, Pie de Página y Cartocrítica, lamentaron las fallas existentes en el sistema de medición y monitoreo de gases contaminantes en la extracción de hidrocarburos, así como la inexistencia de investigación sobre los impactos a la salud de las comunidades expuestas a estas emisiones.

Manuel Llano, de Cartocrítica, señaló que se debe “abandonar el modelo basado en combustibles fósiles. Debemos ir a un modelo de transición regulada.

Estimó que “Pemex debe dejar de ser una empresa petrolera y convertirse en una empresa energética.

Giselle García, abogada del Cemda, consideró que para que no haya contradicciones en estos temas hay que ponerlos en papel. Es esquizofrenia, porque sólo son declaraciones, “tiene que haber una prohibición expresa del fracking en la ley, porque, entre otras circunstancias genera gases efecto invernadero, como el metano”.