Los besos florecieron en el Zócalo capitalino en una celebración amatoria. ‘‘La decoración representa una lluvia de flores preciosas, que se expresa en corazones, en el corazón mismo de la ciudad. La lluvia de flores preciosas, en poesía náhuatl, es sinónimo de amistad, lo cual es ideal para conmemorar este día”, describió Alfonso Suárez del Real, titular de la Secretaría de Cultura del gobierno local.

El funcionario inauguró una instalación de siete figuras monumentales con vívidos pétalos y dos exposiciones fotográficas: una con los labios en comunión, y la otra, una memoria en blanco y negro sobre la antigua imagen del sitio.

‘‘Es importante el encuentro de los ciudadanos con el Zócalo a través de este tipo de jardines y exposiciones para que sea en efecto una plaza viva que refleje y represente la creatividad de los ciudadanos en esta capital”, sostuvo Suárez delReal en un recorrido.

La idea, añadió, ‘‘es intervenir el Zócalo en diferentes momentos de la vida como centro cultural, donde las flores nos dejen un mensaje muy puntual”.

Transeúntes apurados, turistas o parejas en plena celebración no resistieron la tentación de tomarse la selfi en uno de los marcos de flores colocados especialmente para la ocasión, entre la alfombra que vestía la plancha o tomaban algunos minutos para observar las imágenes.

Ósculos en el mundo y kioscos musicales

Jardín Zócalo se titula la muestra con imágenes del acervo del Museo Archivo de la Fotografía, que reviven la Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Además, se exhiben los trabajos del fotógrafo argentino Ignacio Lehmann, quien capta besos en el mundo.

Petunias, bugambilias, helechos y tulipanes padecieron el salvaje sol. Son casi 18 mil flores producidas en Xochimilco, las cuales permanecerán hasta el domingo 17 de febrero, día en que serán obsequiadas a los visitantes. ‘‘De eso se trata, de que la gente las utilice y recreé junto con las flores, la imagen que quiera inmortalizar y lanzarlas a las redes”, explicó Suárez del Real.

‘‘Es una exposición interactiva entre las fotografías de los besos en todo el mundo, las fotografías en el Zócalo jardinado y los siete corazones para expresar las diversas formas de amar en esta ciudad.”

Labios en unión amatoria, por ejemplo uno como desafío a las leyes en un desfile gay en Rusia, para celebrar los cien años de Rayuela, de Julio Cortázar, en Buenos Aires y muchas de la Ciudad de México, con diversas formas de amor, ocupan las pequeñas torres enfiladas en dos costados de la plancha con las 31 imágenes.

En otro costado, fotografías antiguas permiten un recorrido por el Zócalo cuando fue espacio que estuvo completamente distinto y se evoca con las instalaciones.

Suárez del Real informó que llevará al kiosco de la Alameda Central los fines de semana, de 12 a 13 horas, a las orquestas de la secretaría a su cargo para recuperar los domingos musicales. Y a finales de marzo, en la esquina donde se ubicó en alguna época el kiosco del Zócalo (frente al Monte de Piedad), añadió, ‘‘vamos a poner un kiosco movible donde vamos a traer también a las orquestas; estamos hablando de la sinfónica de la secretaría, la típica, las orquestas juveniles de 12 alcaldías y no sabemos si el maestro Scott Yoo (director artístico de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México) quiera venir a deleitarnos algún domingo”.

Mencionó que en respuesta a las críticas por la ocupación de una organización de ambulantes en un corredor de la Alameda, se están resarciendo con una donación de trabajo y materiales para mejorar el espacio.

Suárez del Real adelantó que se ha recuperado la función de concentración pública atraída por la cultura sobre el camellón de Álvaro Obregón, en la colonia Roma. ‘‘Hay otro espacio: La Bombilla, los vecinos de Chimalistac nos van a facilitar el espacio para uno de los actos que se darán a conocer el 20 de febrero y va a impactar en marzo.”