Roma. El llamado de un Estado extranjero a las Fuerzas Armadas de otra nación a cambiar su postura y, de hecho, traicionar su juramento, es una injerencia inaudita en los asuntos de un país, afirmó este lunes el director de la cancillería rusa para América Latina, Alexandr Schetinin.

Si para entablar un diálogo es necesaria la asistencia internacional, la apoyamos, justo por ello saludamos la iniciativa de México, Uruguay y los países de la Comunidad del Caribe, pero estamos convencidos de que el diálogo no debe buscar una suerte de capitulación, sino que debe centrarse en la reconciliación y la salida de la crisis en interés de ese país soberano y los propios venezolanos, sostuvo, y agregó que Venezuela no pidió ayuda militar a Rusia ante la profunda crisis política que sufre.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó a los presidentes de Latinoamérica y del mundo para seguir buscando una solución pacífica a la situación de Venezuela. No podemos ser responsables de una guerra entre hermanos, que además, atentaría contra las normas del derecho internacional, tuiteó.

A su vez, el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mauricio Claver, reiteró que la oferta de Washington de negociar su salida del país sigue en pie. Le hemos dado la oportunidad a Maduro de que salga del país, estamos dispuestos a conversar acerca de cómo, cuándo y a qué hora, para buscar una solución, si no lo acepta la situación va a seguir empeorando, advirtió.

Claver aseguró que gran parte de la Fuerza Armada está con Guaidó porque sabe que Maduro no tiene ningún tipo de salida.

Brasil, en tanto, aceptó instalar en el estado fronterizo de Roraima un centro de acopio de ayuda humanitaria para Venezuela, informó este lunes Lester Toledo, coordinador designado por Guaidó y quien fue recibido por el canciller Ernesto Araújo.