La isla Guadalupe, en el Pacífico mexicano, es el escenario de un proyecto pionero en el mundo, en el que se fusionan la música y la educación, con el fin de crear conciencia ambiental.

Con la colaboración de Eugenia León, la violinista y cantante Natalia Arroyo y el Grupo de Ecología y Conservación de las Islas, dirigido por Federico A. Méndez, unieron esfuerzos en pro de la isla, considerada una de las joyas de la corona de México en torno a la biodiversidad, según explicó el también oceanólogo a La Jornada.

El equipo multidisciplinario trabaja desde hace seis años con la comunidad, específicamente con sus niños, que son quienes van a continuar con el cuidado de la isla, contó Arroyo en entrevista.

La isla donde crecí guarda tesoros de vida. El mar profundo y sereno arrulla en sus olas mis sueños, es como comienza la canción Isla Guadalupe, primer sencillo del proyecto, compuesto por Arroyo e interpretado junto con León.

Lo especial de la composición es que participaron los niños en el proceso creativo. “Les pedí que me enamoraran de su isla y ellos fueron soltando su imaginación y sus palabras. Además, empezaron a hacer más conciencia de lo que estaba a su alrededor. Ahora que está terminada, siempre están tarareando versos como ‘quiero ser tu guardián. Cuidarte y no lastimarte’”, narró la artista.

Uno de los tesoros más grandes de Guadalupe son las especies endémicas, como el mérgulo, ave nocturna pequeña, que a los dos días de nacida camina a tumbos por los cantiles y salta desde 600 metros de altura al mar para alcanzar a sus padres. Esta peculiaridad se rescata en otro sencillo musical en preparación, titulado con el nombre del ave.

Hace dos décadas, el Grupo de Ecología y Conservación de las Islas comenzó su trabajo en Guadalupe. En 2005 logró que se le denominara área natural protegida, y actualmente trabaja en casi 30 islas en todo el país, desde Coronado, frente a Tijuana, hasta Cozumel, en aras de su conservación y desarrollo sustentable.

Llevar arte y cultura a comunidades isleñas tan aisladas, que no tienen acceso a la música, para crear una conciencia ambiental, es algo que no se había hecho antes, de acuerdo con el oceanólogo Méndez, por lo que queremos que esto no pare.

La idea es terminar un disco de 10 canciones, compuestas en conjunto con los niños, quienes son el principal motivo, en palabras del científico. Para ello, se involucrará a otros artistas con conciencia social, como Eugenia León.