La Estrategia Nacional de Seguridad Pública que el presidente Andrés Manuel López Obrador remitió al Senado para su aprobación no fija objetivos claros ni mecanismos efectivos de evaluación e incluso contiene errores, como insistir en que la Guardia Nacional esté a cargo del Ejército y la Marina, a pesar de que en la minuta aprobada en la Cámara de Diputados se estableció un mando civil para esa corporación, advirtieron senadores de oposición.

La legisladora panista Kenia López Rabadán advirtió que en la propuesta que está a discusión en el Senado se señala que el mando operativo de la Guardia Nacional estará a cargo de oficiales del Ejército en territorio nacional y de la Armada en las zonas costeras, lo que define la intención de militarizar al país, con la que su partido no está de acuerdo.

En la estrategia del Ejecutivo se mantiene la idea de una Guardia Nacional militarizada, figura que ha sido severamente cuestionada y que no está vigente, recalcó Clemente Castañeda Hoeflich, de Movimiento Ciudadano. Agregó que tampoco hay claridad sobre una política nacional para fortalecer a las policías de los tres órdenes de gobierno.

Ambos senadores coincidieron en que no se justifica que el gobierno federal haya enviado la misma estrategia que el Presidente presentó en noviembre de 2018, sin haber realizado las correcciones y adecuaciones necesarias, entre ellas el punto que se refiere al mando militar.

Morena y el gobierno deben aceptar que se requiere modificar la propuesta luego de escuchar a especialistas en el tema, recalcó López Rabadán.

Al respecto, el senador Félix Salgado Macedonio, de Morena, explicó que se trata de una propuesta integral que busca atacar el origen estructural de la delincuencia y el crimen organizado para frenar la violencia y avanzar hacia la pacificación del país, misma que puede enriquecerse.

Castañeda Hoeflich insistió en que se requiere una estrategia de Estado fundamentada en estudios, evidencias y opiniones de especialistas y no en ocurrencias, por lo cual propondrá que haya consultas amplias y audiencias públicas con la finalidad de lograr un proyecto con metas y objetivos claros, proyectada para largo plazo y que no quede en políticas transitorias de seguridad.

En la sesión del jueves, el pleno del Senado aprobó un acuerdo de la mesa directiva que fija el 30 de abril, día en que concluye el periodo ordinario, para aprobar la Estrategia Nacional de Seguridad.