na primera estimación de la electricidad generada en el mundo en 2018 da un total del orden de los 26 mil 260 teravatios hora (TWh), fruto de un crecimiento anual medio cercano a 3 por ciento en los pasados 10 años, menor que en periodos anteriores por el término de las etapas extensivas del servicio. Pero un punto superior al crecimiento medio anual de la energía primaria requerida. Significa una participación cada vez mayor de la electricidad en el balance energético. Sin embargo, apenas cerca de 20 por ciento de la energía final se satisface con electricidad.
Dominan los fósiles para el transporte, aunque gracias a la mayor eficiencia de la electricidad su importancia avanza. Más todavía por el aliento a renovables y a formas distribuidas de generación, en un contexto de impulso al abatimiento de los gases de efecto invernadero (GEI). Y, sin embargo, menor a lo deseado por el todavía bajo nivel de eficiencia media en la generación.
Solamente los ciclos combinados a gas natural han logrado trascender la barrera de 50 por ciento. Y ya llega a 60 por ciento. Sólo se pierde 40 por ciento de la energía primaria utilizada en la generación. Pero el gas natural –de menor coeficiente de emisiones de GEI respecto de otros fósiles– apenas representa 23 por ciento de la generación total. Las renovables, otro 25. La energía nuclear, 10. Por ello, todavía hoy 42 por ciento de electricidad proviene de fuentes altamente contaminantes e ineficientes fósiles. Petróleo y carbón. A escala regional, la quinta parte fue generada en América del Norte.
En México –con datos nuestros–, sólo 320 TWh. Por cierto, la mitad generada por la Comisión Federal de Electricidad y el resto básicamente (Petróleos Mexicanos, un poco) por las formas autorizadas a generadores privados: productores externos, autoproductores, cogeneradores, pequeños productores y, finalmente, participantes del mercado al amparo de la nueva Ley de la Industria Eléctrica.
Sigamos con datos mundiales. En conjunto, Europa Occidental y Rusia generaron 20 por ciento del total global. Asia y África, la mitad de ese total. Pero en África, no más de 4 por ciento. Así, el 10 por ciento que nos falta se produce en América y en Medio Oriente.
¿Qué datos del panorama eléctrico mundial impresionan? Uno de ellos, sin duda, que en África, con 14 por ciento de la población, sólo consume 3 por ciento de la energía primaria mundial. Y sólo se genera también 3 por ciento de la electricidad del total global.
Otro dato contrastante: que tanto América como Europa tienen mayor peso en el volumen de energía primaria y de electricidad que en la población mundial. Pero hay más datos que impresionan. La hidroelectricidad (4 mil 100 TWh) es 17 por ciento del total. China casi produce 30 por ciento, aunque con ese volumen sólo satisface 20 por ciento de su consumo.
La electricidad nuclear (2 mil 650 TWh) es 10 por ciento del total. Pero en Francia se genera 16 por ciento de esa energía. Ese volumen generado por los franceses representa 73 por ciento de toda la electricidad producida por ese país. Es, además, el país en el que la electricidad satisface el mayor porcentaje de energía final en el mundo. Se trata de casi la tercera parte, entre otras cosas por el gran desarrollo del transporte eléctrico. Pero habrá más datos y tendencias internacionales. Las comentaremos. Sin duda.
