Al presentar el esquema de transferencias electrónicas mediante el cual se distribuirán 300 mil millones de pesos al año, correspondientes a los diversos programas sociales, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que será el fin de la intermediación de organizaciones e incluso de legisladores que sólo generaban aparatos burocráticos o moches. Se va a hacer rendir el presupuesto en más de 30 por ciento al otorgar los apoyos de manera directa, afirmó.

Durante la conferencia de prensa matutina confirmó que se harán adecuaciones al programa de estancias infantiles con la finalidad de que los apoyos ya no se canalicen a los administradores, sino a los padres, por mil 600 pesos bimestrales.

Se hizo el análisis; son alrededor de 300 mil niños inscritos. Se encontró que hay informes adulterados que no son, en todos los casos, los niños que se registran y otro tipo de irregularidades.

Lamentó la tergiversación en la distribución de recursos por parte de grupos y legisladores. Organizaciones sociales de todo tipo, de la llamada sociedad civil, que recibían dinero para apoyar a niños de la calle, a migrantes, a adultos mayores, y mantenían aparatos burocráticos. Eran organizaciones con directivos, con asesores, con gastos para ir a congresos a todo el mundo, todo financiado con el presupuesto público.

Conminó a los legisladores –incluidos los de “nuestro movimiento– a que nadie “condicione el apoyo del presupuesto a cambio de que se haga una bolsa para que ellos distribuyan los recursos (…) Utilizaban la mitad del dinero para comprar y repartir despensas, frijol con gorgojo; y la otra mitad, (eran) gastos de operación, para decirlo suavemente. Y sus camionetones, las trocas, sombrero texano, botas y cinto piteado, líder campesino; líderes charros, nylon. Eso ya no, se acabó. Tenemos pruebas de que había corrupción en la entrega de apoyos a la gente”.

Al preguntarle acerca de las organizaciones que incurrieron en esos excesos, el Presidente declinó mencionarlas para que no se sientan agredidas, aunque advirtió: “No queremos mostrarlas para no generar conflictos. Nada más (quiero) decirles que ya no va a ser así, por si deciden tomarnos las oficinas, entonces sí los vamos a acusar. Ojalá entiendan que ya no se les van a entregar recursos, pero sí tenemos la información”.

Desorden de padrones; se construye nuevo censo

En entrevista posterior, la subsecretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, advirtió del gran desorden que existe en los padrones de programas sociales, a pesar de que el gobierno pasado gastó 24 millones de dólares con un fondo del Banco Mundial para intentar ordenarlos. Hay un cúmulo de inconsistencias que podrían derivarse de errores u omisiones deliberadas que pueden involucrar desvíos, pues en el levantamiento del nuevo censo la gente ha informado no haber recibido el apoyo o que lo recibió de forma incompleta.

Montiel dijo que se realiza un esfuerzo por bancarizar los apoyos a los beneficiarios. El programa que ya inició es el de adultos mayores y por medio de las tarjetas bancarias se canalizarán alrededor de 18 mil millones de pesos en el primer bimestre, como parte de los 100 mil millones de pesos que se destinarán en 2019.

López Obrador mencionó que se pretende dispersar 300 mil millones de pesos de los programas sociales –Jóvenes Construyendo Futuro y becas, entre otros– hacia mediados de año, cuando se tengan consolidados todos los padrones. Hasta ahora se han censado a 25 millones de personas para dichos programas, de las cuales 5 millones corresponden a adultos mayores.

Por lo que hace a las estancias infantiles, el apoyo directo a los padres será de 800 pesos mensuales, el equivalente a los menores con becas. En la actualidad, los administradores de esos centros recibían 950 pesos mensuales por cada menor atendido; sin embargo, de acuerdo con la información que tiene el gobierno federal, había casos donde se reportaban 30 menores atendidos cuando en realidad eran 15.