La junta de gobierno del Banco de México (BdeM) decidió este jueves por unanimidad mantener en 8.25 por ciento la tasa de interés de referencia para el mercado de créditos en el país. El organismo advirtió de presiones inflacionarias por el alza de los salarios mínimos a principios del año –en la franja de la frontera norte se duplicaron– y previó debilidad en la actividad económica para los primeros meses de 2019, provocada en parte por los problemas de abasto de gasolina en las primeras semanas de enero y los bloqueos a las vías de ferrocarril en Michoacán.

La tasa de referencia determina el pago de intereses de las deudas contratadas a tasa variable para los acreditados de la banca.

El banco central destacó que en el cuarto trimestre de 2018, la actividad económica en México exhibió una desaceleración importante respecto del tercero, la cual podría continuar a inicios de 2019.

Lo anterior, en respuesta a la desaceleración de la economía global, a cierta debilidad de la demanda interna y a factores de carácter transitorio que podrían afectar al crecimiento del primer trimestre del año, incluyendo dentro de estos los asociados a la distribución de combustibles e interrupciones en vías de comunicación.

En cuanto a los riesgos para la inflación, el Banco Central alertó sobre la magnitud de los aumentos recientes en el salario mínimo, y su posible impacto directo, ante el riesgo de que estos propicien revisiones salariales que rebasen las ganancias en productividad y generen presiones de costos, con afectaciones en el empleo formal y en los precios.

Explicó que para elevar de manera sostenida el poder adquisitivo de los salarios es necesario considerar el papel de otras políticas públicas, en particular, fomentar la competencia en aquellos sectores de bienes y servicios con una participación elevada en la canasta de consumo de los segmentos de la población de menores ingresos.

En la primera reunión de política monetaria del año, la junta de gobierno del BdeM advirtió que el entorno actual sigue presentando importantes riesgos a mediano y largo plazos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso de formación de precios en la economía.

En este sentido, destacó como particularmente importante que además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión, una mayor productividad y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas.

Destacó la necesidad de que se cumplan las metas fiscales del paquete económico para 2019 (en las que el gobierno federal prevé una reducción de la deuda pública respecto del tamaño de la economía) y consideró indispensable fortalecer el estado de derecho y abatir la corrupción.

Fue la primer reunión en la que participaron los dos nuevos subgobernadores: Gerardo Esquivel y Jonathan Heath.