El gobierno federal desplegará 10 mil 200 elementos provenientes de las policías militar, naval y federal para reforzar 17 regiones del país –de las 266 en que está dividida– que enfrentan los problemas más graves de inseguridad, expresados especialmente en la incidencia de homicidios.

Se trata de un esquema de presencia permanente que se pretende extender a todas las regiones una vez que se apruebe la integración de la Guardia Nacional.

Durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que la pretensión es dejar atrás el uso de la estrategia de gobiernos pasados, de atender donde hay el problema; luego éste se traslada a otras partes y no se resuelve, que fue lo que hicieron cuando se propusieron atender lo del robo de combustible.

Las 17 regiones donde se reforzará la presencia de corporaciones de seguridad, con 600 elementos en cada una son: Tijuana (donde recientemente se perpetraron 20 homicidios en un solo día), Ciudad Juárez, Acapulco, Tlajomulco, Cancún, Irapuato, Guadalajara, Salamanca, Culiacán, Manzanillo, Uriangato, Celaya, Ecatepec, Monterrey, Chilpancingo, Reynosa y Nuevo Laredo.

No son las únicas coordinaciones regionales que tienen problemas graves de inseguridad, pero en este momento, derivado de las limitaciones de personal, vamos a enfocar nuestras baterías, dijo Durazo. En estas regiones se concentraron 856 de los 2 mil 439 homicidios que se registraron en diciembre pasado en todo el país, es decir.

Al anunciar el despliegue policiaco, el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, reiteró la urgencia, la necesidad imprescindible de contar con la Guardia Nacional, instrumento que permitirá reclutar nuevos elementos y ampliar el estado de fuerza para cubrir de manera permanente cada una de las 266 regiones administrativas en las que hemos dividido el país.

Señaló que para combatir el crimen organizado, una estrategia fundamental es golpear la capacidad financiera de estos grupos delictivos, porque solo así se puede debilitar su despliegue operativo.

Aseveró que la idea es un reforzamiento permanente, cancelando la estrategia de estar movilizando personal todo el tiempo: una cosa es realizar operativos y llevar fuerza de Ciudad de México a Tijuana, a Reynosa, a Nuevo Laredo, y luego regresarla porque aquí o en otro lado se nos descompusieron las cosas. Otra muy distinta es tener un estado de fuerza que se encargue de manera permanente de la inseguridad.

Señaló que las ciudades referidas conforman el centro geográfico, pero el impacto es en toda la región referida, que abarca varios municipios colindantes. Asimismo, destacó que en el Valle de México se pretende aplicar una estrategia conjunta con los gobiernos de la capital y el estado de México que pretende llevarse hasta la posibilidad de una homologación en el ámbito legal.