Miércoles 6 de febrero de 2019, p. 31
Por medio de una técnica innovadora de fotorrefracción, especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) avanzan en la detección de afecciones como miopía, hipermetropía o astigmatismo, que generan una mala visión por el desenfoque de los objetos en la retina de los bebés.
Se estima que para 2050 la mitad de la población mundial tendrá miopía, por lo que la detección temprana permitirá una mejor intervención clínica.
Omar García Liévanos, del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud, Unidad Santo Tomás, explicó que el método no es invasivo, además de que el diagnóstico se realiza de forma instantánea.
El doctor en óptica y miembro del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica detalló que el principio óptico de la fotorrefracción consiste en iluminar el ojo con una fuente de luz.
Para conocer el estado refractivo analizamos qué porción de la pupila se ilumina y mediante algunos cálculos (trazo de rayos) es posible conocer cómo llega la luz a la retina; entonces, a partir de ese punto se traza otro rayo de regreso de la retina a la pupila que ayuda a encontrar ciertas ecuaciones útiles para determinar la graduación del paciente
, precisó García Liévanos.
Dependiendo de la zona de la pupila que se ilumine, es posible conocer la afección que se padece: Cuando se ilumina el mismo lado del que proviene la fuente de luz se trata de miopía, mientras cuando sucede esto del lado contrario el padecimiento es hipermetropía. Entre más pequeña sea la zona iluminada de la pupila, la graduación será menor
, agregó.