Yesenia La Niña Gómez imaginaba que su vida daría un vuelco al ganar un campeonato del mundo. Cuando lo logró, descubrió que la realidad que le esperaba era distinta. Apenas ser la peleadora que tiene el trofeo y aparece con letras grandes en el cartel como protagonista.

Yo pensaba que mi vida sería distinta, reconoce Yesenia; pero no ha cambiado nada desde que tengo el cinturón de campeona mundial. Si acaso porque ahora soy la estelar en la función.

Yesenia ganó el título mundial minimosca del Consejo Mun-dial de Boxeo (CMB) a la combativa Esmeralda Moreno en septiembre de 2018. Fue una sorpresa, lo reconoce La Niña, pues en la primera pelea que sostuvieron no pudo doblegarla. Había sumado tres empates y una derrota antes de coronarse como campeona del mundo.

Llegó en un gran momento, dice Yesenia, porque fue ante una campeona en dos divisiones y porque las peleas anteriores no me había ido bien. Fue una de esas sorpresas que se dan en el boxeo.

Ahora espera los pocos días que la separan de la primera defensa de su cinturón, el 19 de febrero ante la japonesa, Erika Hanawa, en Cancún, la casa de Yesenia.

La primera defensa, para muchos una prueba difícil pues el temor a perder pronto lo que tanto anhelaban, no inquieta a Yesenia. Si acaso la presiona y la obliga a dar una estupenda actuación ante sus paisanos. Sé que en mi primera defensa, no sólo debo ganar, sino verme muy bien, reconoce.

Mientras tanto, Yesenia inspira tranquilidad. Su vida no cambió ni está en el cima de la fama.

La mujeres en el boxeo mexicano seguimos casi igual desde que empezó, considera; muy pocos cambios, se habla de mejorar sueldos en la convenciones, pero eso no llega. Vemos, en cambio, que hijos de leyendas, pero sin ningún mérito, ganan millonadas y cuando lo tienen que desquitar, suben al cuadrilátero a ofrecer espectáculos penosos.