Caracas. El ministro del Interior de Venezuela, Néstor Reverol, anunció este jueves la detención de cinco desertores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a quienes calificó de mercenarios al servicio de la ultraderecha colombiana y los acusó de intento de asesinato.

Se trata de sicarios que pretendían cometer asesinatos selectivos de líderes políticos y militares para elevar la zozobra en medio de la crisis que se vive en Venezuela, indicó en conferencia de prensa.

Los detenidos son Miguel Ambrosio Palacios Salcedo, Alberto Salazar Cabañas, José Acevedo Montañez, Antonio José Barrios y Oswaldo García Palomo, este último acusado de la activación de dos drones cargados de explosivos cerca de una tarima donde el presidente Nicolás Maduro encabezaba un acto militar el pasado 4 de agosto en Caracas.

Con las detenciones Raverol acusó a la inteligencia colombiana, a la estadunidense Agencia Central de Inteligencia y al dirigente opositor Julio Borges, quien vive en Colombia, de conspirar contra la vida del presidente Maduro. El pasado miércoles, el mandatario venezolano denunció que militares desertores, convertidos en mercenarios, conspiraban desde Colombia para dividir a la fuerza armada.

La crisis en el país se agravó después de que Maduro rindió protesta para un segundo mandato consecutivo el 10 de enero, pero lo desconoció la oposición venezolana, apoyada por Estados Unidos y el Grupo de Lima (con la excepción de México).

En tanto, cientos de trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) marcharon este jueves en Caracas en respaldo a Maduro y en rechazo a las recientes sanciones que impuso el Departamento de Estado de Estados Unidos a la compañía.

Lo que quieren es el petróleo en propiedad; lo que buscan es disponer del país como si fuera una bodega, una colonia, sostuvo el director de la petrolera, Manuel Quevedo, al inicio de la marcha, que partió desde la oficinas generales de PDVSA hasta el palacio presidencial de Miraflores.

Esta semana, el secretario estadunidense del Tesoro, Steven Mnuchin, anunció sanciones a la petrolera que implican el congelamiento de 7 mil millones de dólares y el bloqueo de todos los pagos que hagan empresas que compren petróleo venezolano por conducto de Citgo, filial de PDVSA en territorio estadunidense.

Quevedo reiteró que como respuesta al embargo de Citgo cada buque de crudo que salga de Venezuela hacia Estados Unidos deberá ser pagado con antelación. Washington pretende que sigamos enviando petróleo, después pagar y dejar los recursos congelados en una cuenta, acusó.

El gobierno venezolano ordenó a decenas de empleados que trabajan para Citgo en Estados Unidos que vuelvan a Caracas para finales de febrero, dijeron fuentes a Reuters, mientras el diario The Wall Street Journal reportó que la filial de PDVSA considera opciones, incluida la declaración de quiebra en Estados Unidos, ante la crisis que se vive en Venezuela.