Caracas. El titular de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, quien se proclamó presidente encargado el pasado 23 de enero, presentó este jueves el Plan País, que incluye privatizaciones, inversión extranjera y subsidios, para atender la crisis humanitaria, estabilizar la economía, y restaurar los servicios públicos y empresariales.

Interrogado por CNN sobre si aceptaría apoyo militar de Estados Unidos, Guaidó respondió, con ayuda de un traductor: Aquí en Venezuela estamos haciendo todo lo posible para presionar, para que no tengamos que enfrentar un escenario que nadie desearía tener.

Al ser entrevistado por la periodista Christiane Amanpour, Guaidó comentó: Estamos tratando de restaurar la soberanía, la libertad y la democracia de Venezuela, y agregó que el pueblo quiere poner fin a la dictadura de Maduro mediante cualquier presión que sea necesaria.

En el auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela, que estaba repleto de diputados de partidos de oposición, y parte de la comunidad universitaria, Guaidó expuso que las metas son recuperar el Estado, empoderar al ciudadano, y reinsertar a Venezuela en el mundo democrático.

En su proyecto, considera que la empresa privada será un factor fundamental para el desarrollo del país, tras señalar que las expropiaciones fueron las que llevaron a esta crisis.

Asimismo, plantea acabar con el control de cambio de divisas y dijo que para recuperar la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) son necesarios más de 25 mil millones de dólares, los cuales se podrían atraer de la inversión extranjera. El Plan País busca crear la agencia venezolana de hidrocarburos, para dirigir los procesos de licitación y adjudicación.

Explicó que este plan tiene tres etapas: El cese de la usurpación, en referencia al segundo mandato del presidente Nicolás Maduro; crear un gobierno de transición, que encabezaría el mismo Guaidó, y la convocatoria a elecciones libres y democráticas.

Reiteró que la oposición no aceptará nunca más un falso diálogo con Maduro.

Venezuela sufre la peor crisis de su historia moderna, con falta de alimentos y medicinas y una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional proyecta en 10 millones de puntos porcentuales para este año. Esta situación disparó la migración, calculada en unos 2.3 millones de venezolanos desde 2015, según datos de la Organización de las Naciones Unidas.

Al terminar con la presentación, Guaidó, junto a su esposa, Fabiana Rosales, denunció que varios hombres que se identificaron como elementos de las Fuerzas de Acciones Especiales fueron a su casa, donde sólo estaba su hija de 20 meses, y preguntaron al custodio de la entrada por su familia, lo que fue condenado de inmediato por el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

El comandante general de la Policía Nacional, Carlos Pérez Ampueda, negó en un tuit que agentes de ese organismo hayan ido al domicilio del líder opositor y catalogó la declaración de totalmente falsa.

Guaidó agradeció el apoyo brindado por Estados Unidos, que incluyó una llamada telefónica del presidente Donald Trump, y agregó que también ha hablado con otros líderes mundiales.

En una columna publicada en el New York Times, Guaidó advirtió que se está acabando el tiempo de Maduro, pero para poder manejar su salida con el mínimo de derramamiento de sangre, toda Venezuela debe unirse para presionar por un fin definitivo de su régimen.

En Twitter, el líder opositor agradeció al Parlamento Europeo que en una resolución no vinculante, lo reconoció como presidente interino y entrevista con la agencia de noticias Reuters comentó que a China y Rusia les conviene un cambio de gobierno.