A 35 años de que salió a la luz Caricia digital, última grabación en estudio de Chac Mool, legendaria agrupación de rock progresivo mexicano, en diciembre pasado –con autorización de la disquera– se lanzó una edición remasterizada conmemorativa del álbum.

El multinstrumentista y compositor Carlos Alvarado Perea (1951, Ciudad de México), ex miembro de la banda, en charla con La Jornada señaló: “he revalorado mucho el disco con el paso del tiempo, porque las nuevas generaciones, lo jóvenes, me dicen ‘es que Vestir de rojo es una joya, me pide ‘toque Máquinas de lujuria y Sólo tienes 16, aún se escucha en la radio. Al principio lo odiaba por todo los cambios que vivimos para hacerlo, pero ahora veo la trascendencia que tuvo Chac Mool con ese álbum”.

La nueva edición contiene tres piezas: el disco en estudio remasterizado, una placa de ensayos y rarezas, así como el audio del concierto en vivo que ofreció la banda para presentar Caricia digital el 8 de mayo de 1984 en La Rockola, mítico café-garage que estuvo en avenida Miguel Ángel de Quevedo, al sur de Ciudad de México.

Desde la publicación del disco, el músico sale de su casa todo los sábados para venderlo en persona en el Tianguis Cultural del Chopo. Este trabajo lo ha aplicado en otras rediciones y remasterizaciones de la banda, como con la versión sinfónica de Nadie en especial y lo hará con Sueños de metal.

Remembranzas

En su habitación-estudio, en la colonia Nueva Santa María, donde Chac Mool solía ensayar, Alvarado recordó que el grupo se fundó en noviembre de 1979 y se desintegró a finales de 1985, en que lanzaron Nadie en especial, Sueños de metal, Cintas en directo y Caricia digital.

La alineación original estaba integrada por el multinstrumentista Jorge Reyes (1952-2006), cerebro del proyecto; Carlos Alvarado, en los sintetizadores e instrumentos de aliento; Armando Suárez, bajo; Mauricio Biletto, violonchelo, y Carlos Castro, batería. Otros miembros fueron los productores Paco Rosas, Francisco Miranda y Fernando Roldán.

Alvarado explicó que “Chac Mool pertenece a una generación de jóvenes roqueros mexicanos que olvidó la globalización musical, borró las interpretaciones e imitaciones de agrupaciones angloparlantes y creó sus propios ritmos y letras en español, se adaptó a las nuevas tecnologías y vivió en el underground”. En esta escena aparecieron Three Souls in My Mind, Kenny y los Eléctricos, Ritmo Peligroso, Size o Decibel, entre otros.

Se rompió la magia cuando cambiamos de disquera, después de los tres primeros discos. La compañía ya no quería rolas largas, flauta, chelo, ni greñas y barba largas, sino algo más comercial, relató.

Ante las exigencias de la disquera, se decidió para el cuarto disco crear un “proyecto de calidad, en español y hecho en México, agregó.

“En mi opinión, el fin de Chac Mool fue cuando Jorge y Armado decidieron correr a Castro y Bieletto para Caricia digital. Además, tuvimos malas críticas por la voz. Esto generó problemas”, precisó.

Tras su salida, Eduardo Medina entró en la batería para grabar Caricia digital, pero al concluir dejó la banda. Miguel Suárez, hermano de Armando, lo remplazó para los últimos conciertos promocionales del disco. Meses después la banda se desintegró.

Aclaró que en diciembre de 1979 él y Reyes registraron el nombre de Chac Mool, pero desconocían que la vigencia de la licencia vencía a los cinco años. Después de la ruptura, cada uno continuó con su carrera, y Armando hizo su música bajo la denominación Chac Mool, pues la registró sin el consentimiento de los demás miembros.

Proyecto solista

Tras colaborar con Luis Pérez, quien mezcló ritmos prehispánicos, electrónica y rock en el Ombligo de la Luna (1981), Reyes perfeccionó los sonidos para su proyecto solista, el cual repuntó en Estados Unidos y Europa.

Alvarado participó con las bandas Iconoclasta, The High Fidelity Orchestra, La Caja y Tony Rayola. Siguió con sus proyectos Vía Lactea, La Música de Herch Zaan, La Música de los Siete Chacras y El Puente de Alvarado, interpretando con músicos jóvenes a Chac Mool.

La agrupación tuvo la oportunidad de volver a reunirse en 1999 para abrir los conciertos en México de la banda italiana Banco del Mutuo Soccorso, pero Reyes se negó debido a que participaría Suárez.

Chac Mool no le quedó a deber a su público, porque todo se lo dio, como lo hizo Jorge hasta su muerte, concluyó.