Política
Ver día anteriorMartes 29 de enero de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Doña Mary realiza búsqueda incansable

No me quiero ir sin saber qué sucedió con mis hijos, dice madre de cuatro desaparecidos
 
Periódico La Jornada
Martes 29 de enero de 2019, p. 10

Nada la ha detenido. María Herrera Magdaleno ha enfrentado innumerables obstáculos para alcanzar su objetivo. Le desaparecieron a cuatro de sus ocho hijos en dos momentos distintos, en 2008 y en 2010. Desde entonces ha dedicado cada uno de sus días para dar con su paradero y en busca de justicia. Su fortaleza y empeño han rendido frutos.

Como informó ayer La Jornada, hace unos días un juez de distrito en materia administrativa otorgó un amparo en su favor en el que ordena al Estado mexicano reconocer la competencia del Comité contra las Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas para recibir y examinar comunicaciones individuales por ese delito. Considera que esto abre una luz de esperanza para resolver el caso de sus familiares y los de miles de personas que padecen el mismo dolor, y alcanzar verdad y justicia.

En entrevista con este diario, doña Mary –que se ha convertido en una luchadora social y ha alzado la voz a nombre de todas esas víctimas– exige a las autoridades federales, en especial al presidente Andrés Manuel López Obrador y al canciller Marcelo Ebrard, acatar la sentencia judicial.

“Recibimos esta noticia (la sentencia) con enorme satisfacción. Pero me disgusta que mi caso sea calificado como ‘paradigmático’, no es así. Somos miles quienes tenemos al menos un familiar desaparecido. No son casos aislados, es un fenómeno sistemático. El fallo del juez debe ser un puente para que todos consigamos justicia”.

En agosto de 2008, sus hijos Raúl y Salvador, de 19 y 24 años de edad, respectivamente, fueron desaparecidos en Atoyac de Álvarez, Guerrero. Dos años después, en septiembre de 2010, en Poza Rica, Veracruz, Luis Armando, entonces de 24 años, y Gustavo, corrieron la misma suerte que sus hermanos.

Han sido años de sufrimiento e incertidumbre, su esposo murió en este proceso. No hay un aparato capaz de medir el dolor de todas estas familias. Pero en todo este tiempo, junto a sus hijos sobrevivientes, también ha hecho patente su esfuerzo, fortaleza y tenacidad que la ha llevado a alzar la voz en diversos foros, crear un colectivo y sumar a decenas más para salir al campo y suplir el trabajo que correspondería a las autoridades: la búsqueda de miles de desaparecidos en el país, donde según cifras oficiales hay más de 37 mil casos.

En junio de 2011, durante los Diálogos por la Paz en el Castillo de Chapultepec, confrontó al entonces presidente Felipe Calderón. Lo acusó de indolente y lo interpeló: Los jóvenes son las víctimas de esta guerra. Son ellos los que alimentan las cifras de muertos, encarcelados y desaparecidos. Las únicas opciones que el gobierno deja a nuestros hijos son aquellas que los condenan a morir como resultado de esta guerra (contra el narcotráfico) que no pedimos.

En la entrevista enfatiza que no descansará hasta hallar a sus hijos, vivos o muertos, porque eso es lo menos que puede entregarle a su familia. Hace unos días acabamos de sepultar a una de nuestras compañeras. Murió sin saber qué pasó con su hija. Se la llevó el dolor, era joven, pero llega el momento en que no se puede soportar más esto. Yo no me quiero ir sin saber qué sucedió con mis hijos, aquí hace una pausa para controlar su llanto.

Quiero entregar a mis nueras y a mis nietos, a la familia, lo que haya quedado de mis hijos, para que ellas puedan rehacer su vida, es la única forma en la que podrán lograrlo. Para ellas no será fácil, para mis niños será imposible.