Economía mundial, estancada // Deuda: el grueso, a intereses
odos los organismos financieros internacionales y regionales han consultado sus respectivas bolas de cristal y coinciden en apuntar que, para 2019, las perspectivas de la economía mundial no son las deseadas. De hecho, el Banco Mundial (BM) las califica de poco auspiciosas
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De acuerdo con las cifras de este último organismo multilateral, el estancamiento de la economía mundial comenzó por allá de 2011, apenas unos meses después de que los principales gobiernos de los países altamente industrializados y los centros financieros internacionales celebraron, todo indica que vanamente, que la brutal crisis de 2007-2009 ha sido superada
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De 2011 a 2021 el ritmo y resultado de la economía internacional prácticamente no se mueve. De hecho, el BM le pone cifras y perspectiva al asunto: en el periodo señalado, la economía global andará en un rango de entre 3.3 y 2.8 por ciento; la correspondiente a naciones avanzadas, de 1.6 a 1.5 por ciento, y la de países en desarrollo y de mercados emergentes, de 6.4 a 4.6 por ciento, con la caída más pronunciada.
Para 2019 todos los organismos coinciden en señalar que la economía mundial registrará un crecimiento menor al del año previo, aunque la diferencia no será tan notoria. Sin embargo, advierten sobre la constante de que los principales indicadores apenas se mueven.
En este sentido, el BM advierte que el comercio y las inversiones internacionales se han atenuado. Las tensiones comerciales siguen siendo elevadas. En 2018 varios de los grandes mercados emergentes experimentaron considerables presiones financieras, y en este difícil contexto se espera que en 2019 el crecimiento de las economías en desarrollo y de mercados emergentes se mantenga estable. El repunte de las economías que dependen en gran medida de los productos de exportación probablemente sea mucho más lento de lo esperado. Se prevé que el crecimiento de muchas otras economías se desacelerará; aumentan los riesgos de que el crecimiento sea aún menor que el previsto
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México forma parte del bloque de naciones catalogadas en desarrollo y con mercados emergentes. Y es en este segmento donde se ha registrado mayor crecimiento económico, aunque disparejo. En 2010, recién declarada la victoria frente a la crisis, el promedio de este grupo fue de 7.3 por ciento. Ese año nuestro país reportó 5.5 por ciento, como rebote del desplome de 2009.
A partir de 2011, la tendencia ha ido a la baja en ese grupo de países (de 6.4 a 4.2 por ciento en 2018), aunque en el nuestro no ha pasado de un famélico promedio de 2 y piquito por ciento. De acuerdo con el BM, a comienzos del año pasado la economía mundial avanzaba a toda marcha, pero perdió velocidad y el viaje podría volverse aún más accidentado este año
, pues a medida que aumenten las dificultades económicas y financieras para los países emergentes y en desarrollo, los avances globales en la reducción de la pobreza extrema podrían verse amenazados
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El organismo financiero subraya uno de los problemas que enfrenta México, gracias a la brutal acumulación de deuda pública en las pasadas tres administraciones: el elevado débito se perfila como preocupación que adquiere cada vez más importancia
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Si bien México es considerado un país de alto ingreso
, su abultado endeudamiento entra en el siguiente escenario: Los niveles de deuda pública de las naciones de ingreso bajo han aumentado y la relación deuda-PIB pasó de 30 a 50 por ciento, con lo que destinan una proporción cada vez mayor del ingreso público al pago de intereses
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En fin, el gobierno de AMLO confía en que el ritmo económico se acelerará, pero habrá que ver si lo deseable coincide con lo posible.
Las rebanadas del pastel
Parece que por primera vez en muchísimos años la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda se ha puesto a trabajar. En apenas dos meses ha dado varios campanazos y hoy presentará 11 denuncias ante la Fiscalía General de la República relacionadas con compras de combustible robado. Ya era hora.
Twitter: @cafevega