El año pasado hubo más mexicanos que decidieron cambiar de Administradora de Fondos para el Retiro (Afore), en comparación con los nuevos que se registraron, de acuerdo con información de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

El organismo precisó que al cierre de 2018 hubo 2 millones 403 mil 99 traspasos de cuentas entre las Afore.

La cifra superó en 39.6 por ciento el registro de nuevas cuentas realizadas durante el año referido; en total fueron un millón 721 mil 41, aun cuando por sí mismas implicaron un incremento de 19 por ciento respecto de 2017.

En conjunto, los traspasos involucraron recursos por 228 mil 453.7 millones de pesos, lo que representa un aumento anual de 21 por ciento.

No obstante, el monto equivale a 6.8 por ciento respecto de los 3 billones 327 mil 785 millones de pesos que en total concentra el sistema con todos los ahorros para el retiro de los trabajadores, lo que ya representa 14.34 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país.

El saldo promedio de las cuentas ascendió a sólo 72 mil 491 pesos, con un rendimiento real promedio de 5.03 por ciento entre 1997 y 2018.

Si los traspasos se comparan con los 62.9 millones de cuentas que registró la Consar al término de 2018, resulta que sólo 3.8 por ciento de los trabajadores decidió cambiarse de Afore.

Además, no todos los trabajadores que hicieron el traspaso obtuvieron mejores rendimientos con la nueva Afore que seleccionaron.

En el ejercicio 2018, los denominados traspasos positivos (trabajadores que cambiaron a una Afore con mayor índice de rendimiento neto) se situaron en 58 por ciento, cifra que se compara con 44 por ciento en 2014; 52 por ciento, en 2015; 58 por ciento, en 2016, y 60 por ciento, en 2017, detalló la comisión.

El organismo destacó que como resultado de la diversificación de inversiones que se realiza con los ahorros de los trabajadores, en 2018 los bonos gubernamentales representaron sólo 51.37 por ciento del total el año pasado, frente a la concentración de 97.72 por ciento que tenían en 1998.

Además, 9.14 por ciento de los recursos se invirtió en deuda internacional, 13.24 por ciento, en instrumentos financieros de renta variable extranjera, y 6.21 por ciento en renta variable nacional. También hay 6.08 por ciento destinado a inversones estructuradas, 0.35 por ciento en mercancías y 2.63 en fibras.