Lunes 28 de enero de 2019, p. 30
Las desigualdades sociales, las enfermedades crónicas degenerativas y los elevados índices de violencia son factores esenciales que han impedido que crezca la esperanza de vida al nacer de los mexicanos, aseguró Carmen Zúñiga Trejo, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Iztapalapa.
En 1990, México tenía una esperanza de vida de 70.4 años, mientras en 2018 fue de 75.5 años; en casi tres décadas el aumento fue de apenas 5.1 años, pero en la pasada década se ha estancado, al registrar un aumento de sólo 0.1 años cada 365 días. Chile, por citar un país similar en desarrollo, tiene una esperanza de vida de casi 83 años, muy similar a la que tienen las naciones desarrolladas.
En el estudio Salud y Desigualdad Social en México, que analiza el tema entre 1990 y 2018, se evidencia que la distribución del ingreso es un factor esencial para que aumenten los años de vida, además de que el incremento de las enfermedades crónicas degenerativas y la violencia han afectado este índice de desarrollo social.
En entrevista, la especialista en temas económicos, de población y salud, citó resultados del Informe de la Salud de Mexicanos, que desde 2015 menciona que en Chihuahua se perdieron siete años de expectativa de vida debido a los altos índices de violencia de 2007 a 2010, al pasar de 70.12 años a 62.48. A escala nacional hubo un ligero retroceso
en el mismo periodo, pero la cifra de 2000 a 2013 aumentó 1.3 años, para alcanzar los 74.5 años.
Zuñiga Trejo indicó que la violencia y las agresiones han sido un factor que ha pegado a la esperanza de vida. Los hombres entre 20 y 35 años de edad tienen el índice de mortalidad más alto por estas causas. Para las mujeres de la misma edad son los tumores malignos.
Chiapas, Guerrero y Oaxaca presentan los índices más bajos en esperanza de vida al nacer en el país, le siguen Chihuahua y Veracruz, dos de las entidades con mayores índices de violencia.
El estudio, elaborado con los investigadores Jesús Díaz Pedroza y Raúl Molina Salazar, que se pretende sea publicado en fecha próxima, señala que México presenta una transición epidemiológica mixta. Las enfermedades características de la pobreza, como las infecciosas, no han sido erradicadas, y en los estados pobres ahora hay padecimientos propios de la riqueza, como los cardiacos, obesidad, diabetes y cáncer.
Se cumple lo que afirma Wilkinson y Pikett (2009), que la mala salud y la violencia están más extendidas en las sociedades más desiguales
, indica el estudio de los investigadores de la UAM.