El máximo ganador de Australia
Lunes 28 de enero de 2019, p. 5
Melbourne. Novak Djokovic fue tan bueno, tan implacable y tan perfecto que Rafael Nadal no tuvo opciones y cayó ante el número uno del mundo en la final del Abierto de Australia, que conquistó el serbio por séptima vez, para ser el máximo ganador y festejar emocionado con gritos. Djokovic se arrodilló y plantó un beso a la pista del Rod Laver Arena.
Con su triunfo, el tenista serbio encadena trofeos en Wimbledon, US Open y Australia, para alcanzar los 15 grandes, a dos de Nadal y a cinco del suizo Roger Federer, quien tiene el récord.
Además, pasó a ser el primer jugador en repetir tres veces la serie de tres grandes consecutivos (tres entre 2011 y 2014, cuatro entre 2015 y 2016).
Una actuación considerablemente dominante y libre de errores que arrojó un resultado sorprendente, Djokovic pasó por encima del español por 6-3, 6-2 y 6-3, quien no tuvo más que aceptar la dolorosa derrota por primera ocasión en una final de Grand Slam.
Djokovic rompió su empate con Federer y el local Roy Emerson como el tenista más laureado en Australia. Y superó a Pete Sampras como el tercero con más Grand Slam: por delante sólo tiene a Federer, con 20, y a Nadal, con 17.
El serbio continúa con su espectacular resurrección. Hace un año entraba a quirófano para operar su codo derecho tras ser eliminado en octavos de Australia; sin embargo, a sus 31 años, vuelve a estar en la élite del tenis.
“Estar aquí y ahora frente a ustedes y haber podido ganar este título y tres de cuatro de Slams es verdaderamente sorprendente”, dijo el serbio. “Solo tengo que mirar lo ocurrido en los pasados 12 meses. Quizás es el mejor tenis que he jugado contra Rafa en una final”, añadió.
Nadal también ha tenido que sobreponerse a sus problemas de salud. El año pasado se retiró en cuartos de final de Australia y en la semifinal del Abierto de Estados Unidos por problemas en su pierna derecha, al final de la temporada se sometió a una operación en el tobillo derecho y, hasta que regresó a las canchas de Melbourne, llevaba cuatro meses sin competir.
Un nivel de tenis increíble. No fue mi mejor día, pero además alguien jugó mucho mejor que yo. Es importante para mí estar aquí porque vuelvo de una lesión, es una inspiración para lo que viene
, manifestó Nadal.
El segundo set tuvo un patrón similar, con Djokovic manteniendo su saque con facilidad y Nadal sufriendo para no perderlo. La presión subió en el quinto juego, con el serbio logrando la rotura, definitiva en esta segunda manga.
Nadal, fuera de control, fue capaz de templar sus nervios en la tercera y ofreció algo de resistencia. Pero Djokovic estaba muy lejos –solo cometió nueve faltas directas– y tras salvar su única bola de break, después de una hora y 45 minutos, se disparó hacia el trofeo.
Fue un escenario muy diferente a la anterior ocasión en la que jugaron por el título en Australia, en 2012, cuando el serbio necesitó 5 horas y 53 minutos para tumbar al español, en la final más larga en la historia de los Grand Slam.
En mayo, en Roland Garros, Djokovic intentará encadenar los cuatro grandes, en un torneo en el que Nadal, dueño y señor, defiende título y busca su histórico duodécimo trofeo.