El director jurídico del campus México de la Universidad Panamericana (UP), Carlos Olín Bonilla, admitió que desde diciembre de 2007 hasta abril de 2018 se mantuvo el uso y aprovechamiento de la cerrada de Valencia sin que mediara una autorización formal del Gobierno de la Ciudad de la México.

Lo anterior, señaló en entrevista con este diario, con la anuencia de la Dirección de Patrimonio Inmobiliario capitalina, que nos dijo en diferentes ocasiones que se siguiera pagando la contraprestación de ley, aun cuando se le había negado a la institución educativa la prórroga del permiso administrativo temporal revocable (PATR) que se le había concedido en 1997, la cual, agregó, se solicitó meses antes de que concluyera la vigencia.

Agregó que en todo este tiempo la UP buscó poner en orden la situación del predio, que se inconformó legalmente por la negativa a autorizar la prórroga, hasta que el año pasado se determinó otorgar un nuevo PATR con vigencia de 10 años, en el que la misma universidad pidió que se entregara a la empresa Bienes Raíces Del Pozo, que pertenece a la institución educativa.

En ese sentido, negó que el uso y aprovechamiento de la calle se haya subrogado, toda vez que se trata de un nuevo permiso y además de que la inmobiliaria, insistió, es parte de la universidad y es la propietaria legal de los inmuebles que colindan con la cerrada de Valencia.

Asimismo, consideró que tampoco es una irregularidad mantener el uso de la calle sin un permiso vigente, pues nuestra intención siempre fue ser respetuosos de lo que la autoridad nos indique. Si ella me indica paga, cumple, pon tu seguro, espera que yo te dé la resolución, pues yo me pongo en manos de la autoridad.

▲ La Universidad Panamericana no sólo invadió la cerrada de Valencia, sino que reforzó la alambrada que bloquea dicha calle.Foto Jesús Villaseca

Olín Bonilla dijo que el objeto del nuevo PATR es utilizar el predio como área verde y acceso peatonal, por lo que la intención era convertir la calle en un acceso a la universidad, toda vez que el permiso permite hacer obras, mientras sea del conocimiento de la autoridad.

Nosotros teníamos la inquietud de hacer un acceso más cómodo para los estudiantes, a través de ese callejón, todas vez que al único lugar que lleva es al campus y se cuenta con el permiso de la delegación Benito Juárez para instalar torniquetes a la entrada de la calle.

Sin embargo, negó que la UP se haya apropiado de la vialidad, pues en realidad siempre ha estado cerrada, incluso desde antes de que se instalara la universidad; sin embargo, agregó, ante la oposición de los vecinos se determinó parar la obra e incluso no descartó no abrir dicho acceso sin el agrado de los colonos.

Olín insistió en que la UP cumplió en tiempo y forma con la solicitud de la prórroga del permiso otorgado en 1997, por lo que consideró injusta la negativa de ampliarlo con el argumento de que faltaba el visto bueno de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, por lo que interpuso un recurso ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, el cual en 2008 ordenó la nulidad de esa decisión y pidió a Patrimonio Inmobiliario emitir una nueva resolución.