Bahía de Banderas, Nay., Entre batucada y música de banda norteña, unas 400 personas –casi 80 por ciento extranjeras– marcharon en la comunidad de San Pancho para advertir que las playas de la localidad no están a la venta y exigir que se demuela un edificio del proyecto Punta Paraíso que el empresario mexicano Carlos Lemus, asociado con firmas canadienses, erigió en un área de desove de tortugas.

San Pancho es un pueblo con vigorosa vida cultural y presencia de extranjeros, especialmente canadienses, estadunidenses y argentinos. Los habitantes inconformes salieron del campo deportivo local, llegaron a la playa y se manifestaron ante el inmueble citado con pancartas que decían: La corrupción se puede derrumbar; ¡justicia para San Pancho!; no a Punta Paraíso y nuestra comunidad no se vende, San Pancho se defiende.

Los manifestantes pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador intervenir, pues los permisos de construcción se otorgaron por corrupción y tráfico de influencias.

Uno de los principales promotores de la movilización, Eri Saracho, sostuvo que el empresario Carlos Lemus mintió a las autoridades al afirmar que en la playa que le concesionaron no desovan las tortugas.

Indicó que la población de San Pancho considera Punta Paraíso un proyecto ilegal, ilegítimo, un error y advirtió que los inconformes no vamos a parar. Ellos (los empresarios) han insistido porque es un gran negocio quedarse con las tierras de todos, pero no lo vamos a permitir.

Elvia García, nativa de San Pancho, recordó que la lucha contra Punta Paraíso comenzó hace dos años y señaló que a los habitantes los gobiernos nos han dado atole con el dedo. Adelantó que el próximo viernes buscarán reunirse con López Obrador, quien realizará una gira de trabajo por Nayarit.

Los habitantes advirtieron a Carlos Lemus que la lucha no va a parar hasta ver derrumbado el edificio de Punta Paraíso. La protesta concluyó con una batucada y la canción Mi lindo Nayarit.