Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó este martes a su equipo revisar las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, luego de un mensaje que difundió el vicepresidente estadunidense, Mike Pence, para alentar a los venezolanos a participar en las marchas programadas para este miércoles en el país y reiterar el respaldo de Washington a Juan Guaidó, titular de la Asamblea Nacional.

Nunca antes un funcionario del más alto nivel había salido en nombre de su gobierno a decir que en Venezuela la oposición debe derrotar al gobierno como sea. Por eso he decidido y he dado la orden al canciller (Jorge Arreaza) que hagamos una revisión total de las relaciones con Estados Unidos y en las próximas horas tomemos decisiones, dijo Maduro en un acto en esta capital.

El gobierno y la oposición volverán a medir sus fuerzas en la calles este miércoles, luego de las protestas gubernamentales que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio de 2017 ante la peor crisis que vive el país petrolero en su historia moderna.

El mandatario convocó a una máxima manifestación popular este miércoles para demostrar su legitimidad ante quienes no reconocen el nuevo mandato presidencial –que comenzó el pasado 10 de enero–, como lo hacen Estados Unidos, el Grupo de Lima (sin el apoyo de México) y la Unión Europea.

Horas antes, Pence tuiteó: La gente buena de Venezuela hace oír sus voces mañana, en nombre del pueblo estadunidense, decimos: estamos con ustedes, esta última frase escrita en español. En otro mensaje añadió: Estamos con ustedes y seguiremos con ustedes hasta que se restaure la democracia y recuperen su derecho a la libertad.

En un video que acompaña el tuit, el funcionario se presenta: Hola, soy Mike Pence, dice hablar en nombre del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de los estadunidenses, llama dictador a Maduro, afirma que el gobernante venezolano no ganó las elecciones de 2018 en comicios libres y justos y celebra la valiente decisión de Guaidó de exigir un gobierno de transición.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, rechazó en Twitter la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, que ratifica la declaración de desa-cato contra la Asamblea Nacional, y argumenta que esta institución no tiene más legitimidad que Maduro.

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, acusaron por separado a Pence de incitar un golpe de Estado en el país petrolero. Pence reiteró el apoyo del gobierno de Trump a las acciones que convocó la oposición para este miércoles, día en que se recuerda la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

En conferencia de prensa, Rodríguez acusó a Voluntad Popular (VP) de estar involucrado en el levantamiento militar ocurrido la madrugada de este lunes y que se saldó con la detención de 27 efectivos.

Agregó que Voluntad Popular (partido al cual pertenecen Guadió y Leopoldo López, quien cumple en prisión domiciliaria una condena a 13 años por incitar a la violencia en las protestas que provocaron la muerte de 43 personas en 2014) se quedó con armas robadas durante el motín en el cuartel de la Guardia Nacional Bolivariana de San José de Cotiza, en el norte de Caracas, para usarlas en las protestas de este miércoles.

El ministro aseguró que con los 27 soldados insurrectos detenidos, también fueron recuperadas 40 armas militares de las 51 que se robaron.

Aseguró que VP lleva semanas formando y entrenando células terroristas tanto en Venezuela como en la ciudad colombiana de Cúcuta, para perpetrar hechos de violencia y reportar falsos positivos.

España, Francia, Italia, Portugal y Países Bajos, miembros de la Unión Europea, reconocieron en un comunicado conjunto su profunda preocupación por el deterioro de la situación política y humanitaria en Venezuela.

En el foro de Davos, Suiza, presidentes latinoamericanos y actores económicos pidieron soluciones a la crisis política, económica y humana en Venezuena, mientras otros opinaron que se necesitan posturas firmes y más diálogo con el presidente Nicolás Maduro para una salida negociada a la crisis.