La reforma energética de 2013 abrió la puerta a la inversión extranjera, prometió más empleos y costos menores de tarifas, pero no comprometió nada sobre la situación en que se desempañan algunos trabajadores indirectos del sector, como los despachadores de combustible.

A pesar de que llegaron al menos 30 competidores para ventas al consumidor final, las condiciones del mercado laboral no se han traducido en salario base o prestaciones para esos empleados.

De acuerdo con la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) Nacional, que agrupa a 48 asociaciones regionales de diferentes entidades, hay alrededor de 200 mil puestos directos en un proceso que ha ido de la informalidad a la formalidad, no sólo en régimen laboral y prestaciones, sino en capacitación de gerentes, supervisores seguridad y despachadores.

Sin embargo, al menos en Ciudad de México, excepto una empresa que paga salario mínimo, la generalidad es el ingreso por propinas, sin seguridad, capacitación ni respaldo de los dueños de las franquicias en el manejo de este material. Incluso hay cuotas por derecho de piso.

De acuerdo con un recorrido por estaciones de British Petroleum (BP), Petróleos Mexicanos, G500 e Hidrosina, la mayoría no cuenta con sueldo base.

Si bien tanto en franquicias de Pemex como de BP se constató que sólo se paga a uno de cada cuatro, a quien mantiene la relación directa con la gerencia, el resto no recibe sueldo. Es más, algunos tienen que pagar por laborar.

Los más trabajamos por propina, expuso un trabajador de BP. En la mayoría de los casos, agregó, el trato con los dueños es que dejen despachar el combustible. La contraprestación es que ellos se quedan con las propinas.

Salario base a empleados y prestaciones mínimas

Shell, de origen anglo-neerlandés, es la única que da sueldo base y prestaciones mínimas. Desde hace cuatro meses los trabajadores reciben salario semanal: 735 pesos. El empleado consultado indicó que, aunque sea poco, es un incentivo.

Aseguró que en otras empresas, como G500 y Oxxo, también hay remuneraciones, aunque en la primera un trabajador aseguró no contar con salario base. Su remuneración es por propinas.

Una ex trabajadora de Hidrosina que ahora está en Shell indicó que a la condición de laborar sin sueldo se suma el derecho de piso, es decir, para dejarlos trabajar se fija una cuota que debe salir de las propinas.

En otros casos, las cuotas vienen de la venta de aditivos. Antes debía comercializar por lo menos cuatro al día. Si no, yo los pagaba.

De acuerdo con cifras difundidas en agosto del año pasado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en el país hay 12 mil 48 estaciones de servicio que emplean a 220 mil personas de manera directa, luego de que en mayo el gobierno y el sector privado suscribieron el Programa de Autogestión en Seguridad y Salud en el Trabajo para la formalización del empleo en ese sector, en particular con la participación de los afiliados a la Onexpo.

Ni la organización ni la STPS tienen un estimación actualizada sobre los trabajadores indirectos que atienden los negocios de los gasolineros.

Según una proporción sacada de los censos económicos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de 2014, de 16 trabajadores por cada unidad económica de ese tipo 12 era personal dependiente de la razón social. De ellos, uno no recibía paga y el resto se mantenía en la informalidad.