Todas las instituciones de microfinanzas y de la banca social deben colaborar para fortalecer el programa de tandas para microempresarios que lanzó el gobierno federal, mediante programas de educación financiera e incluso para vigilarse unos a otros y evitar los casos de corrupción y extorsión que se han dado en programas sociales donde los mismos promotores oficiales llegan a quitarles hasta la mitad de los recursos a los beneficiarios, al grado de que los acompañan a los cajeros cuando retiran sus depósitos, planteó Claudia Revilla, directora de Prodesarrrollo.

Lo anterior, sobre todo, porque el gobierno pretende contratar sólo 3 mil promotores para el programa de tandas cuando tan sólo Prodesarrollo tiene 50 mil y no se da abasto para cubrir todas las comunidades, así que debe haber colaboración entre todos.

La iniciativa, dijo, puede servir para crear y fomentar una economía solidaria porque en la medida en que los microempresarios, en su mayoría mujeres, paguen las tandas que les dará el gobierno, abren la puerta para que otros obtengan el mismo beneficio.

Revilla comentó que como parte de Prodesarrollo, una red que agrupa a 76 microfinancieras del país, buscó reunirse con Rocío Mejía, la responsable del programa de tandas y quien trabajó en el Fondo de Desarollo Social (Fondeso) de la Ciudad de México, para intercambiar puntos de vista.

Un logro de las pláticas fue que las autoridades determinaran no usar los términos microcrédito ni subsidio en el programa. Ambos, remarcó, son un peligro, porque microcrédito implica el pago de intereses y diversos trámites por cuestiones de regulación financiera e incluso el registro de la gente ante el buró de crédito, mientras subsidios exonera a la gente de pagar y no se trata de seguir fomentando esa cultura en que el gobierno da todo gratis, así que se optó por llamarle programa de tandas aunque no corresponda al esquema de las mismas, pero puede pensarse que todos se sacaron el primer número al mismo tiempo.

Explicó que aunque a los microempresarios que reciban dicha tanda no se les cobraran intereses, los recursos del programa se multiplicarán cuando paguen y por eso se habla de 6 mil millones de pesos aunque en la Secretaría de Economía (SE), a la que está adscrito el programa, sólo esté contemplado un presupuesto de 3 mil millones de pesos.

El programa puede ser considerado como una escuela de educación financiera, la primera para mucha gente, porque las tandas se pretenden destinar los microempresarios de las zonas más precarias del país, como artesanos e indígenas.

La base de la pirámide que desde hace mucho tiempo ni siquiera atendemos las microfinancieras ni la banca social o que dejamos de atender porque la delincuencia nos hizo salir de Guerrero, Veracruz y Michoacán. Y ese es el objetivo del programa, el gobierno va a salir a hacer trabajo de campo, comentó en entrevista.

Elogió que el gobierno incluye a las microfinanzas y la educación financiera en su agenda pública y sostuvo que el programa demuestra esa sensibilidad, pone en la mira a todas las instituciones que brindan financiamiento a los sectores más pobres, va a ser una escuela de financiamiento e instituciones privadas pueden complementarse con las autoridades.