Washington. Los presidentes de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y Estados Unidos, Donald Trump, abordaron durante una conversación telefónica la creación de una zona de seguridad en Siria, luego de que el mandatario estadunidense amenazó con arrasar la economía turca si Ankara ataca a las milicias kurdas en Siria.

Los dos líderes discutieron varios temas bilaterales, entre ellos la retirada de los soldados estadunidenses de Siria y la creación de un área de seguridad de 32 kilómetros en la frontera turco-siria. El presidente Trump expresó el deseo de trabajar juntos para abordar las inquietudes de seguridad de Turquía en el noreste de Siria, a la vez que subrayó la importancia para Estados Unidos de que Ankara no maltrate a los kurdos y a otras fuerzas democráticas sirias, señaló la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

Erdogan explicó que Ankara no tiene problemas con los kurdos y aseguró que persigue el único objetivo de luchar contra las organizaciones terroristas, el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK) y sus ramales sirios, se indicó en un comunicado del gobierno. El mandatario turco saludó la retirada de las tropas estadunidenses de Siria y confirmó su disposición a prestar todo el apoyo necesario en este proceso.

Trump advirtió en Twitter este domingo que Estados Unidos devastará económicamente a Turquía si ataca a los kurdos de las Unidades de Protección Popular Kurdas (YPG), que Washington apoyó en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico, pero que Ankara considera brazo armado del PKK.

En respuesta, el canciller de Turquía, Mevlut Cavusoglu, subrayó que sobre Trump se ejerce una fuerte presión para que no retire sus tropas de Siria y aseguró que Ankara no tiene miedo a las amenazas.

En otro tema, Estados Unidos desea que Arabia Saudita lleve a la justicia a todos los responsables del asesinato del periodista opositor Jamal Khashoggi, afirmó el secretario de Estado, Mike Pompeo, tras reunirse en Riad con el rey Salmán y su heredero, Mohammed bin Salmán, principal sospechoso de la autoría intelectual del crimen.

El jefe de la diplomacia estadunidense indicó que los dirigentes sauditas le reafirmaron su compromiso de que los responsables del asesinato de Khashoggi rindan cuentas.

El juicio a 11 implicados en el asesinato comenzó el pasado 3 de enero en Riad, donde el fiscal general pidió la pena de muerte para cinco de los acusados, mientras Washington sancionó a 17 funcionarios sauditas.