Martes 15 de enero de 2019, p. 22
Nueva York. El presidente Donald Trump parece estar paralizado después de inmovilizar parcialmente a su gobierno en nombre de la seguridad nacional
por la crisis fabricada en la frontera con México que, según él, sólo puede ser enfrentada con un muro.
Rehusando promulgar una legislación para financiar operaciones del gobierno federal en respuesta a la negativa de los demócratas de aprobar su solicitud de 5.7 mil millones de dólares como enganche para su muro, Trump no ha ofrecido una salida al atolladero, mientras los costos económicos y sociales se multiplican y algunos ya advierten que está poniendo en riesgo la seguridad nacional.
Cuando se trata de mantener seguro al pueblo estadunidense, jamás voy a ceder
, afirmó este lunes al hablar de su muro fronterizo en un discurso en Nueva Órleans. Más tarde, por tuit, reiteró: “estoy haciendo justo lo que me comprometí a hacer y por lo que fui electo… estoy luchando por ustedes” escribió, ofreciendo poca esperanza de que pronto se reabran las operaciones gubernamentales, a 24 días desde que inició este cierre parcial, el más largo de la historia.
Indicó que no está contemplando por ahora la declaración de una emergencia nacional
con la cual supuestamente podría proceder a usar fondos militares para iniciar la construcción del muro sin necesitar de aprobación legislativa, maniobra que sería de inmediato cuestionada ante tribunales.
Los medios reportan intentos cada vez más desesperados tanto de legisladores republicanos como oficiales de la Casa Blanca para buscar una salida a la clausura, ya que muchos ven la posición del presidente como perdedora
.
Las encuestas demuestran que mayorías significativas se oponen al cierre del gobierno para obligar el financiamiento del muro fronterizo y culpan a Trump y sus aliados por provocar este problema.
Los costos de este cierre parcial –afecta a nueve de las 15 secretarías y agencias de nivel de gabinete– se siguen multiplicando. Más allá de que unos 800 mil empleados federales no están recibiendo sueldo –la mitad obligados a trabajar por ser considerados esenciales
–, la sociedad está empezando a padecer las consecuencias.
En varios aeropuertos, Miami, Atlanta, Houston y Washington Dulles, hay demoras en las filas de inspección de seguridad por falta de personal. Controladores aéreos están trabajando sin sueldo.
Casi 43 mil audiencias de inmigración han sido canceladas y los tribunales federales civiles podrían tener que cerrar en unos días.
Parques Nacionales, museos federales como el Smithsonian y hasta el Zoológico Nacional han suspendido operaciones.
Por otro lado, Trump se vio obligado a declarar este lunes: nunca trabajé para Rusia
, en su primera respuesta directa sobre las revelaciones de que en 2017 la FBI abrió una investigación de contra-inteligencia para evaluar si Trump había obrado bajo órdenes del Kremlin. No existe precedente para tal declaración de un presidente de Estados Unidos.