Durante los sexenios de Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) se asignaron, en conjunto, 6 mil 396 millones de pesos para el Registro Nacional de Población (Renapo), con el objetivo de construir el andamiaje de identificación plena para los mexicanos.

Si bien es cierto que parte de los recursos –en especial los de 2014 a 2018– se ocuparon para modernizar el Registro Civil y actualizar la Clave Única de Registro de Población (CURP), no hay hasta el momento una cédula para los mexicanos ni para los extranjeros residentes en el país.

En la administración de Calderón el gasto para este proyecto ascendió a 3 mil 398 millones de pesos, según el reporte oficial emitido por la Secretaría de Gobernación.

El programa sectorial 2007-2012 de esta dependencia estableció como propósito la expedición de 80 millones de cédulas, tomando en cuenta el número de personas que poseían actas de nacimiento.

Sin embargo, el plan se enfrentó con diversas trabas y litigios tanto por el sustento legal de la captura de datos biométricos como por el uso de datos personales.

Según el último reporte del gobierno calderonista, descrito en el llamado Libro blanco, sólo fue posible registrar los datos de 2.6 millones de menores de edad y expedir un millón 96 mil 137 micas derivadas de tales registros, en lugar de los 6.5 millones de cédulas de identidad que, sin poder tomar en cuenta la problemática que en el plano de la realidad operativa derivó de la alteración de la estrategia trazada a causa de la oposición del Congreso de la Unión para la expedición del documento.

Parte de las micas para menores de edad fabricadas de 2009 a 2012 fueron destruidas hace unos meses, en 2018, debido a que no fueron reclamadas por sus dueños o tutores, por tratarse de personas de 17 años o menos.

Luego, en el sexenio de Peña Nieto se mencionó el proyecto de su antecesor y se incluyó en el plan político inicial firmado entre el partido gobernante y la oposición.

No obstante, el presupuesto para el Renapo fue mínimo respecto del otorgado en años anteriores. Se aprobaron sólo 236.3 millones para 2013 y 281 millones para 2014, pero los hechos del caso Iguala y los normalistas de Ayotzinapa obligaron al gobierno federal a emitir un decálogo de seguridad y justicia en el cual se incluyó el tema de la cédula.

Para 2015, el Renapo tuvo un presupuesto de 688.4 millones de pesos, y 579.9 en 2016. Aquí, el plan dio un viraje: de la expedición de una cédula a una clave que se daría a cada ciudadano.

En 2017, de nueva cuenta, el dinero para el Renapo disminuyó, esta vez a 410 millones, y para 2018, último año del sexenio, tuvo 413 millones. Con ello, el gasto sexenal para este registro fue de 2 mil 998 millones.

En la nueva administración federal, el Presupuesto de Egresos para 2019 le asignó 388.1 millones de pesos.