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Tijuana, clave para el PAN

¿A

qué vino Javier Corral a Tijuana? El gobernador de Chihuahua estuvo el pasado jueves en esta frontera con una misión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) panista: convencer al teniente coronel Julián Leyzaola Pérez de ser el candidato del blanquiazul a la presidencia municipal de la ciudad con el mayor número de electores del estado. La envergadura del negociador revela que ganar Baja California no es sólo una prioridad de Morena, sino también de Acción Nacional, que cumple 30 años en el poder local.

En Baja California se dará el primer proceso electoral después de las presidenciales del año pasado. Si nos atenemos a que Morena obtuvo carro completo: la elección presidencial, las senadurías y las ocho diputaciones que se disputaron, todo parecería indicar que la gubernatura, las diputaciones locales y las cinco alcaldías son suyas.

Pero Morena ha mandado mensajes encontrados y se ha tardado en tomar decisiones. Primero destapó a Jaime Martínez Veloz como su candidato a la gubernatura y después empezó a jugar con la posibilidad de que fuera el senador con licencia Jaime Bonilla, alentando una negociación con el gobernador Kiko Vega para modificar el periodo de dos años que ya está en la Constitución, y volverlo de cinco.

Julián Leyzaola es, de los precandidatos a la alcaldía de Tijuana, el mejor posicionado. Así que Acción Nacional ha decidido dejar pasar todos los insultos del militar al gobernador y al alcalde en funciones, Juan Manuel Gastélum, y convertirlo en su tabla de salvación. Por su parte, éste último ha dicho que trabajó 12 años con administraciones panistas y sabe tratar con ellos. Es cierto, el prestigio del teniente viene de los oscuros años 2008 y 2009, cuando comandó la policía municipal y combatió a los cárteles de la droga.

La semana que acaba de concluir Tijuana tuvo uno de sus días más violentos: 18 homicidios en 24 horas. Los tijuanenses quieren un alcalde que detenga la violencia, y no alguien que descargue en la Federación la culpa por lo que ocurre en la ciudad. La ola de asesinatos (fue la ciudad más violenta del país, con más de 2 mil 500 homicidios en 2018) es el mejor aliado del militar.

Acción Nacional parecía sin ninguna posibilidad en los próximos comicios, así que decidió que Baja California bien vale una misa.