Miércoles 9 de enero de 2019, p. a12
La pugna de años por la dirigencia de la Asociación de Tenis del Estado de México ha incidido en la práctica de cientos de niños y jóvenes competidores, pero que ante la falta de torneos y representatividad han migrado a otras entidades, en los mejores casos, mientras la mayoría desertan del deporte blanco.
Así lo observa Carmen Osnaya, presidenta legítima de la ATEM desde que fue electa en agosto de 2016, aunque en lugar de recibir el aval de la Federación Mexicana de Tenis, ha enfrentado las demandas en reclamo de la directiva entabladas por José Antonio Flores, actual titular de la FMT, no en su calidad de federativo, sino como accionista del Club Asunción de Toluca.
Cabe recordar que Flores Fernández fue presidente de la ATEM, organismo del que lo destituyeron en asamblea a finales de 2015, en la que se eligió a José María Galindo al frente de un consejo directivo, del que Osnaya formaba parte. En marzo de 2016, Galindo apoyó la postulación de Flores en la elección de la Federación Mexicana, en la que asumió una vicepresidencia de zona.
Meses después, al notar que no había un trabajo comprometido de Galindo con el tenis mexiquense, los clubes asociados citaron a una asamblea para desconocerlo y nombrar a Carmen Osnaya, ante lo cual, José Antonio Flores negó el reconocimiento a la dirigente, la demandó como particular y como federativo, y apoyó a Galindo.
Osnaya ha ganado todos los juicios y el consejo fue reconocido por autoridades judiciales para la gestión de cuatro años, que concluye en 2020, pero no por la FMT, así que sólo ha podido organizar un par de torneos oficiales, y ante el negro panorama de falta de trabajo del lado de Galindo, decidió ofrecer su renuncia.
Le dije a José Antonio Flores que si no me daba su aval, ya no tenía caso que siguiéramos en esta lucha, porque estábamos perjudicando de alguna manera a los niños que son competitivos en el estado de México. Es muy triste ver que cada vez hay menos torneos y no hay convocatoria
, asentó Osnaya.
Flores le tomó la palabra a Osnaya y también le solicitó la renuncia a Galindo, para conformar, el 5 de diciembre pasado, una comisión restructuradora de la ATEM, que bajo la vigilancia del Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte, tendrá 90 días para dar garantías de legalidad a los tenistas, por lo que podría ratificarse a Osnaya o incluso convocar a nuevas elecciones.
Fue una medida para transparentar la situación del tenis en el estado de México, pero no me ha gustado el proceder de esta mesa restructuradora, porque se quedó Luis, hermano de Antonio Flores; otro señor de Toluca que tiene poco conocimiento de cómo se conduce el tenis. Ha habido una serie de anomalías y no creo que esta mesa esté encaminada a poner orden; es evidente que lo único que quieren es rescatar dinero y no hacer un servicio. No me agrada, pero estamos a la espera de esta etapa y también deberé definir si continúo
, anotó Osnaya.