Miércoles 9 de enero de 2019, p. 4
Tlajomulco de Zúñiga, Jal., Los Reyes Magos dieron el lunes su tradicional recorrido por la Laguna de Cajititlán, en Tlajomulco de Zuñiga, Jalisco, una costumbre que se remonta a la época prehispánica, con la consecuente conquista y adaptación al periodo de evangelización, por lo que se trata de por lo menos 500 años de tradición en la que los creyentes llevan a su hijos recién nacidos o pequeños para ser bendecidos.
Este rito tiene como origen el recorrido que hacían los indígenas que vivían en las orillas del vaso lacustre a fin de lanzar ofrendas al dios Machis para pedir buenas lluvias y pesca.
La tradición de los Reyes Magos de Cajititlán, la segunda más importante en el mundo después de la de Bohn, Alemania, se inició por iniciativa de fray Alonso Ponce el 6 de enero de 1587, que observó cómo los indígenas realizaban una pastorela en la que guiaban emotivamente a los Reyes Magos.
Ante la buena disposición de los indígenas, el fraile ordenó que se tallaran las figuras de los tres Reyes Magos en madera de mezquite para continuar la tradición.
En 1634, cuando aún perduraba la peregrinación por la laguna para hacer ofrendas al dios Machis, las autoridades eclesiásticas decidieron fusionar esta celebración indígena con la de los tres Reyes Magos, por lo que cada 7 de enero las figuras de Melchor, Gaspar y Baltasar realizan un recorrido en lancha por la laguna para después regresar a su santuario.
Este año se esperaba una afluencia de más de un millón de fieles, desde el 28 de diciembre –cuando se inician las fiestas– hasta el 7 de enero, cuando las figuras son llevadas de su santuario por las coloridas calles del pueblo, en las que de rodillas y sumisos los fieles creyentes forman una fila al centro de las avenidas y los Reyes pasan por encima, y así pueden tocarlos.
Tan sólo el lunes pasado, antes de las cuatro de la tarde, se habían reunido más de 24 mil visitantes en el recorrido.